Actualizado 30/03/2008 01:00

José Cavero.- El horrendo caso de la niña Mari Luz

MADRID 30 Mar. (OTR/PRESS) -

Nadie ha quedado al margen de la tragedia de la niña Mari Luz, seguida con detalle en los telediarios en los dos últimos meses, y con el más trágico posible de los finales: su muerte, posiblemente a manos de un pederasta que ya había sido acusado, juzgado y condenado por los mismos crímenes en ocasiones anteriores. A todos subleva este episodio, que es demostrativo de un funcionamiento incorrecto, pero con consecuencias funestas, para una personita que no se merecía, naturalmente, ese final horrendo. ¿Quién debe afrontar las consecuencias de tan desafortunado episodio? El padre de la víctima, que también ha tenido extraordinario protagonismo en los informativos de cada día, Juan José Cortés, reclama que Zapatero debería dar explicaciones por la muerte de Mari Luz. Y se hace una y otra vez la pregunta que muchos nos hacemos: "¿A quién tengo que preguntarle por qué ha pasado eso?". Hace una observación previa, que a todos subleva: "Si se hubiera cumplido la condena quizá mi hija no habría muerto". Y repite luego: "¿Cómo van a reparar ahora la muerte de mi hija?" Con todo derecho y transido de dolor reclama: "Una sentencia justa sería que no salieran nunca más: le han quitado la vida a mi hija para siempre, que se queden en la cárcel para siempre". No han tenido otro remedio que salir a dar explicaciones algunos de los responsables del probable crimen: María Teresa Fernández de la Vega ha anunciado que todo el peso de la ley caerá sobre los responsables de este gravísimo error. El juez Rafael Tirado, entre lágrimas, se lamenta de lo sucedido y observa que irse ahora de vacaciones sería de cobardes. Desde el Consejo del Poder Judicial, Enrique López, concluye: "Debemos aprender cómo luchar mejor contra este tipo de delincuentes, con un alto grado de reincidencia y un escaso éxito de rehabilitación. Si sólo nos quedamos con que es un fallo del sistema, estaremos condenados a sufrir más casos". Y en ese punto estamos: Ante un horrendo fallo del sistema con resultado de muerte. ¿Por qué no existe desde hace años un registro de pederastas y pedófilos, si, como dicen los expertos, son criminales de imposible remedio y corrección? ¿Por qué no ha puesto en marcha tal registro el Consejo del poder Judicial, responsable del funcionamiento de los juzgados y del cumplimiento de las penas de los condenados? Hay, en este crimen, otros elementos favorables, que se han apuntado desde algunos medios. Por ejemplo, el sosiego, equilibrio y generosidad del padre de Mari Luz, el clamor para que se proceda a depurar responsabilidades por negligencias comprobadas, toda vez que la Justicia paga otra factura en su crédito y prestigio. Y queda asimismo a la vista cómo un sistema en el que un juez deja libre a un pederasta demuestra que no ha entendido la pederastia. Que no sabe de la altísima reincidencia de los pederastas.

A ver si hay efectos positivos y alguien saca conclusiones de episodio tan horrendo.

José Cavero

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Políticos, ¡convertíos!

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La interesante 'doctrina Armengol'

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes