MADRID 17 Abr. (OTR/PRESS) -
Harto de esperar que ETA y Batasuna lleguen a tener un comportamiento razonables, incluso democrático, y pasando por alto incluso su primera condición, "en ausencia de violencia", el lehendakari Ibarretxe se declara decidido a consultar a los vascos "haga lo que haga ETA". Consultará a la sociedad vasca esta legislatura. Lo que suscita la reacción adversa tanto del PSE como PP, unánimes y rápidos a la hora de censurar ese anuncio de Ibarretxe. Dice el PNV que Batasuna es miserable por criticarles en público tras lo que han hablado. Pero ya ha visto que ni siquiera le sirven las buenas intenciones y propósitos de Batasuna, de declararse fuerza autónoma y nada dependiente de la banda ETA. Ese sueño se acabó, por más que el lehendakari siga sosteniendo que incluso en Batasuna se cuestiona la violencia de ETA. Pero le falta el impulso final, la valentía suficiente para romper con la banda y su dirección, cuyas instrucciones y consignas siguen a rajatabla y con muy escasos titubeos. Ninguno que llegue a tener efectividad. A su vez, algunos analistas llegan a proclamar que Ibarretxe, con esta iniciativa que ahora recoge o repesca, "suplanta a ETA y anuncia un plebiscito sobre su resucitado plan soberanista y que, fracasado el proceso, el lehendakari reemplaza a ETA en la exigencia de la autodeterminación". Es decir, que suscita la controversia que siempre originó, y que se había diluido cuando, tras la pésima experiencia de su paso por Madrid, su texto fue rechazado y devuelto al cajón del que ahora amenaza con salir para un nuevo experimento. Pero esta vez, para no tropezar dos veces con la misma piedra, Zapatero y las Cortes Españolas, Ibarretxe quiere recurrir a un atajo: una consulta a los vascos, del todo al margen de las prerrogativas que tienen los gobiernos autonómicos de ninguna parte, pero que es tentación que acarician de vez en cuando...
Esa línea de mayor dureza y decisión de Ibarretxe, que parece que dista de las normas de conducta de Josu Jon Imaz, en cambio, potencian a a Egíbar, quien ha dicho ya que apuesta por unir fuerzas para plantar cara a los Estados español y francés y, mientras tanto, el "haga lo que haga ETA" sigue siendo la gran incertidumbre y el gran miedo que ha regresado a la política y a los ciudadanos vascos, por igual, y por más que se asegure que el ministerio del Interior tiene controlados los movimientos de más de 40 etarras a la espera de que puedan entrar en acción en España y Francia. La mayor parte de tales etarras son "legales", están fuera del país y aún no han entrado en acción. Por cierto, se cuenta también que los integrantes del comando Donosti manejaban una lista de 300 nombres de posibles objetivos...
José Cavero.