Actualizado 14/09/2007 02:00

José Cavero.- Imaz, el gran socavón

MADRID 14 Sep. (OTR/PRESS) -

Con mayores o menores conocimientos del problemas, bien pudo decirse que era previsible, y que Juan José Imaz más temprano que tarde sucumbiría a un clima hostil, o acaso a los elogios de algunos adversarios históricos. Con pocos días de diferencia, Arzalluz había señalado que el personaje Imaz y sus ideas estaban muy lejos de safisfacerle. Y, en cambio, Manuel Fraga no tenía reparos en indicar que era el gran milagro que se había producido en Euskadi y en la política vasca en mucho tiempo. Acaso por encima de los casi tres años sin víctimas mortales de la banda ETA, que no son moco de pavo precisamente...

Pero lo cierto es que Imaz dejaba a pocos indiferentes: Unos le mostraban su formidable apoyo y otros su no menos formidable menosprecio y hostilidad. ¿Qué le sucedía a Imaz? Que se había creído su condición de presidente del PNV y que "cortaba el bacalao", opinara lo que opinara el lendakari de turno. Y si le llevaba la contraria, peor para él -para el lendakari. O para el viejo Arzalluz o para el no menos irrebatible Egíbar... A todos ellos llevó la contraria, y por ello se labró una enemistad manifiesta. Imaz aguantó lo que pudo, y se ha ido cuando ya no podía más. O sea, posiblemente cuando comprobó que se había quedado sin suficientes recursos y apoyos en el partido que presidía y por parte de quienes representaba, cuando menos de sus más altos representantes y dignatarios.

Imaz trató de introducir coherencia y racionalidad al llamado "proceso vasco", y alertó, de entrada, que el Plan Ibarretxe no conducía a ninguna parte. Advirtió seguidamente que Euskadi tenía una prioridad sobre todas las demás: determinar quiénes eran los buenos y los malos en un panorama confuso, en el que lo que planteaban prudentemente en el PNV ser exigía con bombas por ETA, pero de manera coincidente. Unos movían las ramas y los otros recogían los frutos caídos. Y sobre todo, estableció la gran prioridad: ninguna meta política antes del cese total y definitivo de la violencia.

Pero ha comprobado que en Euskadi los hay mucho más impacientes, mucho más urgidos de pasar a la historia con un plan debajo del brazo...

José Cavero

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes