MADRID 18 Nov. (OTR/PRESS) -
Tras la conversación de tres horas que mantuvieron los ministros del Interior de Marruecos y España, este martes en Madrid, se conocen muy pocos datos más, aunque Rubalcaba ha asegurado que recibió un relato minucioso y detallado de los hechos, y es probable que las posiciones de cada parte sigan también sin modificarse: la oposición del PP sigue haciendo muy severas críticas al hecho de que el gobierno Zapatero-Rubalcaba dé por buena la versión de Marruecos, y reclama, con insistencia, que el Gobierno condene la actuación marroquí en el campamento próximo a El Aaiún de hace diez días. Las versiones de Marruecos, en los últimos días, han añadido la sugerencia de que, en el tumulto del referido campamento, además de sararauis, pudo haber tenido un cierto protagonismo la organización terrorista de Al Qaeda en el sur del Sahara y en el Sahel. Es un argumento y una barrera infranqueable, si tenemos en cuenta el papel de guardián que Marruecos se atribuye en la actuación de los islamistas radicales contra Occidente...
En todo caso, Rubalcaba y Trinidad Jiménez, con los datos de los que disponen, no creen que deba procederse a condenar al régimen de Rabat, y sí potenciar las buenas relaciones de vecindad y amistad entre los respectivos países. El vicepresidente Rubalcaba solicitó a su colega marroquí que Rabat permita viajar al Sáhara a un grupo reducido de periodistas. Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, entrevistada por el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, apenas se salió de la línea que mostró durante los días precedentes. Dijo Trinidad Jiménez, en cierto momento de su participación, que se mostraría coherente con las decisiones que tomara como ministra. Y su postura en este caso es la de esperar a conocer los hechos ya que hasta el momento, asegura, el Gobierno español "tiene la misma información que el resto de gobiernos y de organismos internacionales. No tenemos más información que la que conocemos oficialmente".
En este sentido, recalcó que para tomar cualquier decisión que tome su Ministerio, "no puedo dejarme guiar por lo que publique algún medio, y me tengo que ceñir, como Gobierno, a lo que publiquen otros Gobiernos". Ni siquiera las buenas relaciones entre Madrid y Rabat parecen ayudar a clarificar el asunto. Trinidad Jiménez reconoce que el Gobierno de Marruecos es "amigo de España y tenemos intensas relaciones en muchos campos". Por ello se mostró convencida de que "la única manera de ser útil para servir a los intereses del pueblo saharaui es mantener las conversaciones con el Gobierno de Marruecos". Además, respecto al futuro del Sáhara occidental, quiso dejar claro que no "habrá ningún tipo de decisión si no viene como resultado del acuerdo de las partes y bajo la tutela de la ONU".
Por su parte, el portavoz del PP en esta materia, González Pons, sigue acusando al Gobierno de aceptar una versión inaceptable y de no defender los derechos humanos de los saharauis, por situar como propósito preferente y objetivo principal la buena relación con el vecino. Ha sido particularmente comentada la actuación bronca y desabrida del senador del PP Juan Van Halen, en la sesión en la que, este martes, acudió a informar la ministra Jiménez. Con tono exaltado, Van Halen dijo a la ministra que le estaba grande el poncho con el que acudió a ver al presidente boliviano, así como le quedaba grande la cartera misma que ejerce...