Actualizado 18/08/2009 14:00

José Cavero.- Miles de folios del caso Gürtel aún no han sido leídos

MADRID, 18 Ago. (OTR/PRESS) -

El caso Gurtel, que a cuentagotas nos viene proporcionando, sobre todo, el diario El País, es entre otras cosas, demostrativo de la ineficacia que tienen nuestros servicios de Administración de Justicia. De los datos que hoy nos ha proporcionado el correspondiente reportaje, hay otro escalofriante: Todavía quedan miles de folios en cajas que aún no han sido analizadas por ninguno de los tribunales que se han venido haciendo cargo del caso, ni en Madrid ni en Valencia. Dicho de otro modo, la investigación del caso Gürtel, la trama de corrupción vinculada a una decena de gobiernos del PP, puede tener, todavía, alcances ahora mismo insospechados, con ramificaciones inimaginables.

Entre otras, las que siempre se han venido temiendo en el seno y sobre todo en la dirección del PP: a saber, que se termine rozando o se entre de manera frontal en la cuestión de la financiación del partido, que hoy mismo, en este reportaje veraniego, se roza, cuando revela una supuesta operación de emisión de facturas falsas por parte de la red empresarial que dirigía Francisco Correa para justificar gastos electorales del partido de Mariano Rajoy que rondan los 600.000 euros. Si no hay financiación del partido, algo que siempre negó Rajoy, ésto pudiera parecérsele bastante, o por lo menos, dar alas a la imaginación para suponer algo en ese sentido.

Pero, sobre todo, la reiterada observación de que aún quedan miles de folios sin examinar, que no han sido siquiera leídos por ninguno de los jueces instructores del caso, ni Pedreira, ni Monterde, ni Flors... Pero en este reportaje concreto de esta ocasión, se llega a la conclusión de que "en los registros de las distintas sedes y domicilios particulares de los miembros y empleados de la trama corrupta, la policía encontró algunos indicios de una supuesta facturación irregular por servicios prestados al PP", En concreto, el sumario del caso incluye un informe donde se hace referencia al contenido de la caja de seguridad de Pablo Crespo Sabaris, un ex dirigente del PP gallego que se convirtió en el número dos de la trama corrupta liderada por Correa.

Crespo, según la investigación, era la persona que se encargaba de liquidar con las tiendas de ropa Milano y Forever Young las cuentas correspondientes a los trajes regalados a dirigentes del PP valenciano. Pues bien, en la caja de seguridad número 5, a nombre de Crespo, ubicada en una sucursal bancaria de Pontevedra, figuraba documentación sobre la facturación de la trama corrupta con el PP entre los años 1996 y 1999, cuando se encargaban casi en exclusiva de los actos electorales del partido que entonces presidía José María Aznar. El importe de lo facturado en ese periodo, según la documentación incautada en la caja de seguridad, ascendía a 1.027 millones de pesetas (más de seis millones de euros). Y en otros dos documentos localizados dentro de la misma caja de seguridad se hacía un reparto de ingresos por distintas cantidades, documentos que "harían referencia a partidas de gastos del PP entre abril de 1996 y septiembre de 1999". Y se insiste en que hay miles de folios almacenados en cajas que aún no han sido analizados por ninguno de los tribunales que investigan la trama corrupta, trama que llevaba una contabilidad detallada de todos los movimientos de su caja B, con anotaciones en clave.

De todo ello parece deducirse una doble y urgente necesidad: primero, que la Administración de Justicia dedique más efectivos a investigar todas las cajas y cuentas de la trama, y en segundo lugar, que el PP, lejos de defender su propia imagen y la de algunos de sus militantes, entre ellos el tesorero del PP, se pudieran a disposición de los jueces para aclarar de una vez un caso que pudiera prolongarse durante muchos meses más, con resultados inciertos y posiblemente frustrantes para todos...