MADRID 29 Oct. (OTR/PRESS) -
A algunos les ha podido recordar otras manifestaciones anteriores suyas, la reclamación que ahora hace el dirigente batasuno Arnaldo Otegi, cuando solicita a la Audiencia Nacional que le deje en libertad "ante el devenir de los acontecimientos políticos", que a su juicio revelan una clara independencia respecto a la estrategia de ETA. Su estrategia no es la de ETA, advierte. Nos trae a la memoria al Otegi que, en tiempos de la tregua y negociaciones con ETA de hace unos años, reclamaba a los agentes que iban a detenerlo que tuvieran en cuenta que él era uno de los negociadores con el Gobierno...
Otegi, en una y otra ocasión, invoca y reclama en su favor un futuro más brillante que podría esperarle, si de una vez los abertzales radicales rompieran amarras y se distinguieran de su núcleo nutricio, la banda ETA. Otegi nunca ha querido declararse miembro de la banda, pero los jueces sí lo han etiquetado en ese conglomerado de siglas dependientes de ETA. Y ésa es la gran confianza o esperanza de los abertzales radicales: que Otegi logre desplazarse de la banda y situarse como alternativa al independentismo desde posiciones no violentas. Hasta el punto de que la izquierda abertzale ya anuncia su propósito de presentar los estatutos de una nueva formación política, tarea para la que ha recibido el correspondiente encargo el abogado Iñigo de Iruin, que tendría esa características básica: desmarcarse de ETA, y alinearse en vías exclusivamente políticas.
Estas nuevas siglas pudieran sería presentarse en noviembre, cuando ya estaría a punto el anunciado "tercer anuncio de ETA", con la certeza de su abandono de las armas y cese total de la violencia que ha empleado durante medio siglo. Pero, naturalmente, hay muchas desconfianzas, ante este calendario, particularmente las que expresa el PP y alguno de sus dirigentes. José María Aznar se resiste a alguna clase de vuelta atrás en la lucha contra el entramado criminal de ETA, y afirma que si finalmente Batasuna concurre a las municipales, habremos cerrado los ojos a décadas de sufrimiento y de infamia y aceptaremos que hay que hacer como si ETA no hubiera existido. Cospedal secunda a Aznar, mientras Rajoy calla. Y una de las voces más significativas es la de Antonio Basagoiti, líder del PP vasco, que llega a pedir "una cuarentena" de cuatro años durante los cuales Batasuna y los abertzales no podrían presentarse a las elecciones para comprobar si es firme su voluntad de abandonar la política y de hacer política. Todo permite suponer que hay inquietud en el PP y que cunde la sospecha de que algo se mueve en la política antiterrorista marcada por el Gobierno.
Los populares no se fían de Zapatero ni de Rubalcaba. Por parte del Gobierno hay una nueva opinión, la expresada por el nuevo ministro de la presidencia, Ramón Jáuregui, que no cree que llegue ver nunca un comunicado en el que ETA anuncie el abandono de las armas. "Probablemente, no lo veremos nunca", ha dicho al ser preguntado sobre las informaciones que apuntan a un posible próximo comunicado de la banda terrorista. "Creo que es poco probable que ETA diga: desaparezco, me disuelvo, me rindo, me he equivocado. Probablemente esto no forma parte de la lógica de las cosas", dijo Jáuregui. El nuevo titular de Presidencia, cree que no hay tiempo suficiente de aquí a mayo -mes en el que se celebran elecciones municipales y autonómicas- para verificar si se producen cambios en Batasuna. "Es muy pronto. Y creo que este anuncio requiere más tiempo. Han pasado muchos años, hemos pasado muchas decepciones y frustraciones y yo, personalmente, creo que de aquí a mayo no van a alterarse las condiciones para que la estrategia del Gobierno pueda alterarse". "Habrá que ver también cómo reacciona la banda terrorista a un llamamiento de su entorno político rotundo, que es verdad que se ha producido sobre una suma de un proceso interno novedoso que no se había producido en otras etapas y que, además, se está manifestando con una cierta rotundidad en los círculos más próximos a ese mundo. Una posición que dicen irrevocable", añadió Jáuregui.
El ministro ha pedido que no se especule tanto, que no se haga tanto ruido y ha abogado por que los partidos políticos se mantengan unidos, puesto que, señaló, "estamos en una fase muy interesante. Probablemente es una expectativa más favorable que la que nunca hemos tenido". En todo caso, insistió en que la estrategia del Gobierno se mantendrá firme, hasta que no haya una condena explícita de la violencia. También ha negado que el Gobierno esté informando a los grupos políticos sobre un inminente comunicado de ETA. "Es falsa esa información. No tiene que ver con la realidad. El Gobierno no está teniendo ningún tipo de contacto con ningún partido respecto a ningún proceso en el que esté participando en absoluto. No sabemos muy bien a qué responde esa información, como siempre citando fuentes en las que se escuda una información rotundamente falsa, repito. Debo negar esa información, no hemos tenido ningún tipo de conversación y debo, además, tranquilizar a la ciudadanía", afirmó.