MADRID 26 Nov. (OTR/PRESS) -
Nuevamente se ha producido un debate parlamentario sobre el Alakrana. En este caso, un debate centrado exclusivamente en esta materia y por iniciativa y a petición de la vicepresidenta De la Vega. Fue ella la primera en intervenir y dar los datos y las explicaciones que le parecieron pertinentes, y después escuchó las opiniones de los portavoces de los restantes grupos parlamentarios. Todos se felicitaron del final feliz de la historia y la mayor parte de ellos incidieron en las partes más discutibles del episodio: el pago del rescate, la detención y traslado a Madrid de dos de los piratas, la persecución de los piratas, la adopción de medidas para evitar que puedan producirse hechos como éste. Cada cual ha reiterado lo que ya en momentos anteriores ha sostenido, sin abdicar de sus posiciones. El Gobierno reitera que hizo lo posible por resolver un asunto de pervivencia de los rehenes y algunos opositores insistieron en que la gestión de esta crisis fue lamentable en muchos de sus episodios, desde la negativa a situar infantes de Marina a bordo de los pesqueros, hasta el fracaso en la persecución de los piratas, cuando ya habían cobrado el rescate.
En concreto, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó ante el Pleno del Congreso las actuaciones del Ejecutivo para lograr la liberación del pesquero 'Alakrana', frente a las críticas del PP, en boca de Soraya Sáenz de Santamaría, que entiende hubo descoordinación y falta de previsión en la gestión de la crisis. "El Gobierno supo en todo momento dónde estaba la tripulación", afirmó Fernández de la Vega. El Ejecutivo ha asegurado que supo en todo momento que el traslado de los tripulantes a tierra fue mentira. Por otro lado, el PP ha criticado el pago del rescate y ha pedido el uso de la fuerza en el futuro. De la Vega soslayó, en su detallado relato, cualquier dato o detalle sobre el pago del rescate o la negociación con los piratas por "responsabilidad, por preservar la seguridad y por mantener la cooperación" de los servicios secretos de los países que han colaborado con España, según ha defendido. Sobre el supuesto traslado de tres pescadores a tierra, el día 5 de noviembre, que luego se ha sabido que fue un ardid de los secuestradores, De la Vega ha asegurado que "el Gobierno supo en todo momento dónde estaba toda la tripulación", algo que previamente había asegurado la ministra de Defensa, Carme Chacón, ante el Pleno. El Gobierno aseguró que conocía su localización y que se encontraban bien, aunque dejó entrever que daba crédito a la información.
Sin embargo, Chacón explicó ante el Pleno que el Gobierno supo que el desembarco de tres marineros era mentira pero que lo ocultaron por "responsabilidad". Según la ministra, los servicios de inteligencia españoles y de países aliados confirmaron movimientos de esquifes entre el Alakrana y un mismo punto en tierra en Somalia y se tuvo en cuenta la experiencia de un secuestro anterior en el que se vivió una situación similar. Poco después de recibir estos datos, según Chacón, se recibió la información de que los tres tripulantes habían sido devueltos al atunero, noticia confirmada a su vez por el primer ministro somalí. No obstante, el Gobierno no comunicó este regreso porque el patrón del Alakrana pidió que no se hiciera para evitar represalias de los piratas sobre su tripulación, a lo que el Ejecutivo accedió "por responsabilidad", algo que ha corroborado la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien ha asegurado que el Ejecutivo "sabía en todo momento dónde estaban los marineros". "El Gobierno dispuso de información en todo momento, eso sí: la supeditó a la vida de los rehenes. ¿Sabe cómo se llama esto? Responsabilidad", espetó Chacón al diputado popular Joaquín García, quien ha recriminado a la ministra que el Gobierno intentara vender el regreso al barco de los tres tripulantes supuestamente desembarcados como un "éxito de la política diplomática y de la presión internacional", cuando, a su juicio, fue "un timo de un millón de dólares", en referencia a una información que publica hoy El Mundo, y que el propio CNI se ha aprestado a desmentir.
De la Vega también defendió la detención y posterior traslado a España de dos piratas, y aseguró que la Armada "no tuvo opción" cuando el esquife en el que viajaban se le puso al alcance. "No fue una opción detenerlos y trasladarlos, pese a las polémicas interesadas de algunos", dijo la vicepresidenta, quien reiteró que tenían obligación legal de poner a los piratas a disposición de la Audiencia Nacional. De la Vega anunció para los próximos días una propuesta de protocolo de actuación que someterá a los grupos parlamentarios, e insistió en que el Gobierno hace autocrítica para futuras ocasiones. "Espero que nunca más tengamos que aplicar estas enseñanzas".
Por lo que se refiere a la portavoz del PP, Soraya Saénz de Santamaría, acusó al Gobierno de imprevisión y de descoordinación y ha criticado por "razones legales y morales" el pago de rescate. Imprevisión porque, según ha asegurado, se hubiera podido evitar si el Gobierno hubiera hecho caso a las iniciativas de los distintos grupos parlamentarios. Diez días antes del secuestro, el PSOE rechazó una iniciativa para que fueran infantes de marina en los barcos lo que, según el PP, hubiera impedido el secuestro. Sáenz de Santamaría aseguró que la ley de Defensa nacional lo permite, en contra de lo que mantiene el Gobierno. Además, la portavoz popular acusó al Gobierno de tener "un prejuicio para el uso proporcional, racional y reglado de la fuerza" y de no tener otra opción que la de ceder a las "exigencias" de los piratas, como hizo cuando el secuestro del Playa de Bakio, para acusar al Ejecutivo de descoordinación y afearle que la vicepresidenta primera viajara a Argentina en plena crisis.
Sáenz de Santamaría ha pedido explicaciones sobre el episodio del desembarco de los tres tripulantes y la afirmación del Gobierno de que supo en cada momento dónde estaban. Le ha pedido explicaciones sobre el pago del rescate, que "prohíbe la ley por puro sentido común, por razones morales y porque alienta el secuestro" y de la "fallida persecución de los piratas". "Los piratas ya saben si se ha pagado o no el rescate", le ha dicho. Sobre la detención de los dos piratas, ha asegurado que el Gobierno podía haber actuado según el canje de notas con Kenia que permite la entrega a la Justicia de ese país de los secuestradores. "A veces hay que usar la fuerza para defender el derecho", ha indicado, para añadir que no se debe hacer "ninguna concesión a los piratas" y pedir que "sea una prioridad para el Estado la captura de los autores". Sáenz de Santamaría ha concluido su turno hablando de "bochorno nacional".
Sobre el polémico traslado a España de los dos piratas detenidos, De la Vega subrayó que "no fue una opción, sino una obligación legal" y añadió que "se puede discrepar, abrir polémicas interesadas" pero "el Gobierno se atiene siempre a la legalidad". "Hemos cumplido la ley de manera escrupulosa", aseveró. El desacuerdo del PP con la gestión del Gobierno le ha llevado a pedir la reprobación de De la Vega, Chacón y del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, que se debatirá antes de fin de año.