Actualizado 04/09/2010 14:01

José Cavero.- El PNV presiona con forzar elecciones anticipadas.

MADRID 4 Sep. (OTR/PRESS) -

Íñigo Urkullu, presidente del PNV, lo ha dejado por escrito, para que no haya dudas ni malas interpretaciones. O el Gobierno transfiere al País Vasco las políticas activas de empleo tal y como ellos las reclaman, o votarán en contra de los presupuestos y forzarán el anticipo electoral. El líder jeltzale lo deja meridianamente claro en su blog: "Nuestro mensaje ha sido claro: para hablar de 2011 primero hay que cerrar el acuerdo de 2010. Si se ejecuta la transferencia de las Políticas Activas de Empleo respetando el Acuerdo Estatutario, hablaremos. Si se cumple el 10 pasaremos al 11. Si no se cumple el 10, no pasaremos al 11. El Estatuto está para cumplirlo, su cumplimiento redunda en el progreso de Euskadi, y si el Partido Socialista pretende incumplirlo y vetarlo, que tome nota: no va a contar, en ningún caso, con el apoyo del PNV". La Ejecutiva del PNV, según explica El Confidencial, está a la espera de que el presidente del Gobierno le traslade una oferta concreta sobre dicho aspecto y la ampliación del autogobierno. Ambas partes tienen voluntad de llegar a un acuerdo, que incluso podría ampliarse después a un pacto de legislatura. "Apoyar los presupuestos nos vincularía políticamente al Gobierno -dice un portavoz de los nacionalistas-. Desde ese momento, si a Zapatero le va mal, nos irá mal a nosotros".

Se recuerda que el presidente Rodríguez Zapatero se entrevistó el pasado 24 de agosto con Íñigo Urkullu, presidente del PNV, para acercar posiciones en busca del apoyo de los nacionalistas a las cuentas del Estado para el próximo año. La disposición de ambos fue positiva, pero la declaración de buenas intenciones está ahora por concretar. De eso se encargan los portavoces parlamentarios Josu Erkoreka y José Antonio Alonso, con la necesaria participación de Elena Salgado, ministra de Economía. "No pedimos nada que no vengamos reclamando desde hace más de treinta años", dice la fuente antes citada.

Lo que el PNV viene reclamando desde hace tres décadas es el desarrollo completo del Estatuto de Gernika con el traspaso de las 36 transferencias pendientes, la primera de todas la relativa a las políticas activas de empleo (las que no tienen que ver con el pago de la prestación por desempleo). El punto de desencuentro son las bonificaciones en las cotizaciones a los empresarios para incentivar la contratación. El Gobierno defiende que rompería la caja única de la Seguridad Social, y el PNV que las bonificaciones no son caja única, sino parte de las políticas activas de empleo. Los nacionalistas defienden que así lo reconoce una sentencia del Tribunal Constitucional, y cuantifican la transferencia en 480 millones de euros, frente a los 300 que ofrece el Ejecutivo. Si no hay acuerdo en este punto será imposible avanzar en la negociación. Señala el análisis de El Confidencial que el margen para el acuerdo es escueto. El Consejo de Ministros aprobará a final de mes el proyecto de ley de Presupuestos, que debería incluir las reclamaciones de los peneuvistas, y a finales de octubre el pleno del Congreso votará las enmiendas a la totalidad. Las fuentes del PNV consultadas están convencidas de que el Gobierno tiene un plan B para el caso de que no consiga su apoyo, y especulan con la hipótesis de que hiciera coincidir el adelanto electoral con los comicios catalanes, aún pendientes de fecha, pero que pueden demorarse hasta mediados de diciembre.

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