Actualizado 27/09/2009 14:00

José Cavero.- El PP valenciano y las fotos de las hijas de Zapatero

MADRID 27 Sep. (OTR/PRESS) -

A lo largo del viernes hubo dos informaciones periodísticas que dieron mucho de sí. Cada medio y hasta cada individuo se inclinó por la que le resultaba más apetecible, divertida o "molesta al contrario", pero no hay duda de que las probable implicaciones del PP valenciano, del brazo de la trama Gurtel, en la financiación ilegal del partido, de una parte, y las fotografías de las ya llamadas "niñas de negro" o "niñas góticas del presidente", de otro lado, movieron muchas lenguas y comentarios de toda especie. Los dos asuntos aún tienen recorrido este sábado, posiblemente a la espera de que los dos acuerdos del consejo de ministros, los presupuestos para el año que viene, y el proyecto de ley del aborto de próxima tramitación en el parlamento, tomen el correspondiente protagonismo.

La revelación de nuevos datos sobre el empleo de la trama Gurtel para dar cobertura a actuaciones del PP valenciano "descolocó" nuevamente al PP, por más que recurriera, una vez, a "negarlo todo" y a denunciar la conspiración policial y Rubalcaba como recurso último de defensa. Este sábado, los diarios que desvelaron el asunto, insisten en su credibilidad, y vuelven a poner de manifiesto que son "informes policiales que los jueces de Valencia no quieren investigar", ponen seriamente en entredicho, también una vez más, la parcialidad que muchos observadores del asunto ven en el magistrado José Luis De la Rúa, el gran amigo de Camps, cuya recusación debió haberse obtenido antes de que el TSJ de la Comunidad Valenciana comenzara a ver el caso. Ahora deberán ser otras instancias judiciales las que vean lo que esos magistrados se resistieron a ver: la relación entre los trajes de Camps y los favores que la Gurtel -Correa y El Bigotes- hacían al PP valenciano.

Pero con De la Rúa, también queda muy seriamente en entredicho la actuación del presidente Rajoy, sin duda, como Camps, "al cabo de la calle", y perfectamente informado de todo cuanto hacían sus correligionarios valencianos, y pese a ello, decididos a negarse a ver lo evidente para casi todos los demás. Hoy mismo se ha sabido que El Bigotes ingresó en las arcas del PP valenciano 6,3millones de euros, delito flagrante de financiación irregular del partido.

En cuando a las fotos de las hijas de José Luis Rodríguez Zapatero y Sonsoles Espinosa, ha provocado un momento de tensión entre el jefe del Gobierno y los medios de comunicación que optaron por divulgar esas fotos. Parece que el inquilino de la Moncloa ha entendido los deseos de los medios de dar a conocer esa foto y se ha relajado la tensión inicial.

Ciertamente, la tensión no hubiera conducido a nada. Es evidente que cualquier padre tiene derecho, y así lo determinan las normas vigentes, a velar por la intimidad de sus hijos menores. Pero no es menos cierto que existía el riesgo de que esa voluntad fuera quebrada cuando decidió que viajaran a los Estados Unidos y conocieran a Obama. Por otra parte, tanto o más que los rostros de las dos muchachas, resultó curioso conocer su indumentaria, que suscitó más de un chascarrillo: como no pocas adolescentes de su edad, están hoy integradas en lo que se llama "estética barroca", vestidas de pies a cabeza de negro, -vestido largo y negro, botas negras-. La irritación inicial de Zapatero dejó paso a la comprensión de muchos padres por "la indumentaria truculenta de las hijas en edad difícil"...

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