MADRID 3 Ene. (OTR/PRESS) -
La Plaza de Colón de Madrid congregó este domingo al mediodía a miles de familias españolas y de otros países europeos que participaron en la Misa de la Sagrada Familia, en la que se pudo escuchar un mensaje del Papa y recibir su bendición. Organizada por la Archidiócesis de Madrid con el lema 'La familia cristiana. Esperanza para Europa', la misa es una iniciativa del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. Miles de católicos -dice El País que "muy lejos del medio millón que dijeron los organizadores"- asistieron a esta misa por las familias para reivindicar la familia tradicional, a saber, familias uniformes, de esposa, marido e hijos, pero de muy distintos tamaños, hasta proles de una decena larga de hijos, o más.
La convocatoria se llevó a cabo por cuarto año consecutivo, este año con el lema La familia cristiana, esperanza para Europa. Alegaban que acudían para defender a la familia tradicional de lo que consideran ataques del Gobierno socialista y de sus políticos, ataques que aglutinan términos genéricos como parejas homosexuales, aborto, divorcio o incluso eutanasia. Entre los asistentes se podían ver muchas familias con niños y carritos de bebé, grupos de chavales, grupos de personas mayores, colas para confesarse a la vista de todos y centenares de voluntarios dedicados a tareas diversas, desde mantener el orden a recoger la colecta. En la plaza se instaló un altar, presidido por una enorme cruz blanca, de veinte metros, visible desde cualquier punto. La Misa de la Sagrada Familia estuvo conducida por el cardenal Rouco Varela, acompañado por medio centenar de obispos, en su mayoría españoles. Durante la misa se produjo una conexión desde el Vaticano con el Papa, quien dio su bendición a los asistentes y rezó el Angelus.
El encuentro había comenzado alas diez de la mañana, con la acogida de las distintas familias y grupos asistentes. Distintas familias ofrecieron su testimonio de cómo viven la fe y de cómo la transmiten a los hijos. Un coro infantil se encargó de cantar villancicos, y el obispo coordinador del encuentro, monseñor Juan Antonio Reig Plá, -obispo controvertido por dos actuaciones muy criticadas: una misa presidida por una bandera preconstitucional, y una reciente homilía en que explicó que hay más malos tratos en las parejas no estables- saludó a los asistentes al acto. El obispo de Alcalá, monseñor Reig Plá señaló, durante la presentación del evento, que sería síntoma de "ceguera" no favorecer la natalidad en la actualidad y, por ello, indicó que, en esta celebración del primer domingo de 2011, quieren unir "el hecho de la familia" a la "promoción de la vida" y convertir Madrid en "la capital europea de las familias cristianas".
Al mediodía se conectó con Roma para escuchar el mensaje del Papa, el posterior rezo del Ángelus y recibir su bendición. A continuación, dio comienzo la Eucaristía. Según estimaciones del Arzobispado de Madrid a esta cita acudieron más de medio millón de personas. Para la organización del evento -con un coste de unos 500.000 euros, la mitad que el año pasado-, el Arzobispado de Madrid contó con la colaboración del Ayuntamiento. La intención de los organizadores es mantener el acto por ellos mismos con la colecta que se realizó durante la Eucaristía y con las aportaciones por SMS. Si sobra, una parte de la colecta, se destinará a las familias necesitadas.
En uno de los laterales del altar se había colocado un Belén a tamaño natural, rodeado de niños. Al igual que en años anteriores, se habilitó una zona especial para los sordomudos, que pudieron seguir la celebración a través de una traductora del lenguaje de signos. También los minusválidos contaron con una zona delimitada para ellos. Un total de 300 sacerdotes y seminaristas se encargaron de repartir la Comunión. Además, había dos puntos para la Comunión de los celíacos, situados en las capillas móviles que instaladas en la Biblioteca Nacional y en las Torres Colón. También se instalaron dos cabinas dedicadas especialmente a las madres con bebés, conocidas como 'salas de lactancia'. Un dispositivo del Samur y 2.000 voluntarios trabajaron para atender a los asistentes.
Se explica en El País este domingo que "lo que Rouco busca hoy son propagandistas inasequibles al desaliento". Y comenta que España, percibida antaño como la "reserva espiritual de Occidente", es hoy "una viña devastada por los jabalíes del laicismo", según Benedicto XVI. Es, incluso, un "país de misión", en palabras de Rouco. Tierra de reconquista, en suma, y, sobre todo, "un mal ejemplo" para Europa. El diagnóstico lo sostiene el Vaticano, informado por el cardenal Antonio Cañizares, ex primado de Toledo y actual ministro del Papa para el Culto Divino. Por eso dijo Benedicto XVI en noviembre pasado, a punto de tomar tierra en el aeropuerto de Santiago de Compostela, que venía a un país maltratado por un "laicismo agresivo". La consigna de la jerarquía es que urge una movilización general. La ocasión de este domingo era la referida multitudinaria jornada europea por la familia que desde hace tres años convoca Rouco en Madrid por Navidad.