Actualizado 08/04/2009 14:00

José Cavero.- La remodelación que se anuncia.

MADRID, 8 Abr. (OTR/PRESS) -

¿Se producirá en las próximas horas, esperará al miércoles el anuncio del presidente del reajuste de su Gabinete? Lo único cierto es que la filtración de que la remodelación se preparaba llegó de improviso, en la tarde noche del domingo y madrugada del lunes, cuando el presidente estaba en la etapa final de su gira europea, por Londres, Estrasburgo, Kehl, Baden Baden, Praga y Estambul. Muchos aún seguimos preguntando cómo ha podido producirse la filtración, qué sentido tiene, y si goza de tanta credibilidad como le vienen dando los medios informativos, cuando es algo que sólo depende del propio presidente y que éste no parece nada feliz con las especulaciones surgidas sobre el alcance de unos presuntos propósitos de modificar la composición de su equipo de Gobierno.

Lo cierto es que la especulación se mantiene y ha cobrado nuevas dimensiones, en las últimas horas: No se reduciría a la incorporación de Chaves y Blanco, y al relevo de Solbes y Alvarez, sino que también se reduciría el número de ministros, se agruparían competencias y algunos departamentos ministeriales desaparecerían. ¿Todo es fruto de la imaginación de periodistas, de funcionarios, de altos ejecutivos, o tiene inspiración de quien se supone que tiene las ideas del cómo, cuándo y por qué?

Para hoy mismo se da por seguro el encuentro del jefe del Gobierno con el Jefe del Estado, y en esta hipótesis, el primero informaría al segundo sobre el alcance de la crisis y ambos decidirían el momento de la toma de posesión de los nuevos miembros del Gobierno. Pero tampoco habría que descartar la hipótesis alternativa: que Rodríguez Zapatero quiera informar de primera mano al Rey Don Juan Carlos sobre sus encuentros en las ciudades europeas que ha visitado en los últimos días, y en particular, los buenos augurios que presenta una nueva etapa en las relaciones de España con la Administración estadounidense de Barack Obama, tras cinco años de una lamentable relación con su antecesor en la Casa Blanca.

Todo eso debiera confirmarse, o no, en las próximas horas. En ocasiones, el rostro del presidente en un acto oficial recogido en el telediario, lleva a merecer conclusiones admirables: está irritado, está profundamente preocupado, no disimula su malestar..., se viene diciendo estos días. Se supone que solamente él administra una eventual crisis o remodelación, y que él es quien impone los tiempos, pero en las últimas horas han sido varios los ministros que han preferido posponer una actividad, una declaración, una comparecencia, hasta saber a qué atenerse, y para comprobar si mañana seguirán siendo miembros del Gabinete o serán ya "ex", condición que algunos han llegado a envidiar, con gran escándalo de otros, y siempre con el aprovechamiento político de una actitud insólita.

Se supone que, junto con el presidente, están "sobre ascuas" los nombres que en mayor medida aparecen en los medios informativos como probables afectados por el ajuste. Primero y principalmente, porque no hay certeza de que sepan todo lo que se supone que sabe y determina el presidente. ¿Están informados Chaves, Blanco, Salgado, Solbes, Álvarez, que aparecen en la primera fila de los que presuntamente cambiarán de destino y dedicación? ¿En qué medida tienen algunos datos los restantes miembros del Gobierno? ¿Quién sabe qué?

La crisis avanza..., en la letra impresa o en los altavoces de los informativos audiovisuales. Todos confían en que en las próximas horas tendrán alguna certeza mayor en lo que ahora mismo relatan con detalle...