Actualizado 28/01/2009 01:00

José Cavero.- Tengo un reproche para usted

MADRID 28 Ene. (OTR/PRESS) -

Más de un espectador del programa "Tengo una pregunta para usted" pudo haberse compadecido del jefe del gobierno, asediado por la mayor parte de quienes le planteaban sus principales preocupaciones, casi todas en torno a la crisis económica que, en grado variable, afecta ya a casi todos: en paro unos, en riesgo de estarlo la mayoría de los restantes participantes en la sesión, la mayor parte expusieron al presidente sus reclamaciones, sus quejas, sus aspiraciones, y el "qué hay de lo mío", o "cómo me salvaré yo de esta quema generalizada".... Incluso, es probable que en algún momento, el presidente estuviera fatigado por el ejercicio de responder y aplacar a quienes intervenían, en su mayor parte con severísimas preocupaciones sobre sus puestos de trabajo....

Es evidente, que es el problema nacional de nuestros días y el que monopoliza todas las conversaciones y todas las preocupaciones en la mayor parte de los hogares. Y no es menos evidente que el presidente puede tener respuestas, pero no soluciones para todos y cada uno. Una y otra vez, Zapatero insistió en sus mensajes: saldremos de esta situación complicada, saldremos con la confianza de todos, saldremos antes con la participación general. Y situando tiempos mejores a partir de la conclusión de este "año negro" 2009, año difícil según todas las comprobaciones. Zapatero expresó su confianza en los proyectos de actuación municipales, con el fondo de los ocho mil millones, en la confianza de que puedan llegar a originar 400.000 empleos, que alivien el paro del sector de la construcción. Algún medio informativo cree haber visto a Zapatero acorralado, sobre todo por la sospecha de que sabía que se avecinaban tiempos horribles, durante la campaña electoral de hace un año, pero prefirió ignorar el asunto e incluso negar la existencia de problemas en perspectiva. No tuvo más remedio que ponerse a la defensiva, una y otra vez: Nadie sabía que las dificultades financieras internacionales iban a llegar a ser tan graves; nadie previó una crisis tan formidable ni un año tan difíciles. Y una y otra vez, se vio en la necesidad de rechazar que tratara de engañar o disimular sobre la crisis y su impacto. Un diario lo describe acorralado por la crisis, angustiado por el paro. En otro diario se ha descrito al presidente agobiado, liado, acorralado... Una y otra vez, el presidente insistía en que los efectos de la crisis, el paro de más de tres millones de ciudadanos, son su principal y constante preocupación.

También se vio precisado a explicar que las ayudas a los bancos son provisionales, y no son ayudas a fondo perdido. El Tesoro público recuperará esos avales, que deben servir para que no se paralice la actividad crediticia ni quiebre el sector. De entre todas las preguntas, es probable que haya quedado en la memoria de muchos la que planteó Izaskun, joven con síndrome de Down, que aprovechó su presencia para pedirle a Zapatero que le diera trabajo en la Moncloa, y que se interesó por la otros compañeros de enfermedad aprovechables en el empleo público o privado. Posiblemente fue uno de los momentos en los que Zapatero pudo verse relajado y dueño de una situación que, desde el primer momento, se le mostró hostil.

José Cavero.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Váyase ya, señor Sánchez

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Con la Iglesia has topado, amigo Sánchez

Foto del autor

Victoria Lafora

¡Qué vergüenza!

Foto del autor

Carmen Tomás

Ellos se forraban y tú pagabas