Actualizado 10/06/2010 14:00

José Cavero.- Ultima oportunidad para el pacto laboral.

MADRID 10 Jun. (OTR/PRESS) -

Sindicatos y empresarios habrán podido conocer este miércoles el primer esquema de la reforma laboral que el Gobierno prepara para la próxima semana. Con la seguridad de que el Consejo de Ministros aprobará el día 16 cambios sustanciales en el mercado de trabajo, el Ejecutivo y los agentes sociales se daban todavía, en la tarde de ayer, la última oportunidad para alcanzar un pacto, al menos en algunas de las medidas previstas. Consciente de que las novedades más polémicas difícilmente contarán con el aval de las partes, el Ministerio de Trabajo ha elaborado un documento que delimita los márgenes de la negociación. Dando por descontado que la negociación fracasará, el Gobierno se propone iniciar de inmediato una ronda parlamentaria para obtener apoyos de las fuerzas políticas. Celestino Corbacho reiteró ayer que la reunión de este miércoles sería la última". En cuando al texto que entregará a los líderes de UGT, CC.OO. y la CEOE recoge los elementos que más acuerdo suscitaron desde el principio de las negociaciones en la mesa de diálogo social, y los que han obtenido alguna coincidencia.

El primer propósito con amplio consenso es el fomento del empleo juvenil. Se trata de centrar en este colectivo la mayor parte de las bonificaciones a la contratación y de incentivar el uso del contrato de formación, ahora residual. Derivada de esta medida aparece una reordenación de las bonificaciones al empleo, ahora mismo poco focalizadas en los colectivos que más las necesitan. También saldrá adelante la adaptación del modelo alemán de reducción de jornada como alternativa a los despidos. El Gobierno se plantea abordar también las medidas referentes al despido, aunque consciente de lo alejadas que están las posturas. Por ejemplo, en la extensión del contrato indefinido con indemnización más baja (33 días) a las nuevas contrataciones y la redefinición de las causas de despido para que las empresas encuentren más fácil argumentar motivos económicos en los tribunales. El contrapeso de esas medidas, hostiles para los sindicatos, vendrá con las trabas a la temporalidad, especialmente al contrato de obra. El Ejecutivo renuncia a hacerlo mediante un encarecimiento de la cotización con el argumento de que la crisis desaconseja elevar los costes laborales.

En la fecha marcada en el calendario por Zapatero, el próximo día 16, el Consejo de Ministros dará luz verde a la anunciada reforma del mercado laboral. Aunque la vicepresidenta De la Vega advirtió que todavía no existía ningún documento sobre el contenido de la reforma, y a la espera de la propuesta que se entregará en esta última sesión de trabajo, los sindicatos pueden valerse del documento de propuesta que el Gobierno entregó a los agentes sociales el pasado mes de abril, en el que se esbozaban las líneas generales de la reforma, como la adopción del sistema austriaco de indemnización por despido. Este sistema consiste en que las empresas crean un fondo de indemnización por despido para los trabajadores que pueden llevarse a su nuevo puesto. El Gobierno cree que favorecería la movilidad laboral.

Otro documento filtrado, y que se consideró un globo sonda, indicaba que el Gobierno estudiaba la posibilidad de facilitar el despido en empresas en crisis, instaurando como causa para el despido procedente la mala situación económica. Dicho de otro modo, significaría una rebaja del coste del despido, ya que los procedentes, que actualmente suponen tan sólo el 20 por ciento del total, implican una compensación de 20 días por año trabajado. Está por ver también si el Ejecutivo atenderá la demanda empresarial de extender desde los 21 a los 30 años el tope de edad para poder hacer contratos formativos, si tomará una solución intermedia o si no tocará este contrato. A los sindicatos no les gusta nada la idea de que se amplíe la edad tope para este contrato, pues ello supondría precarizar aún más el empleo juvenil. El Gobierno podría llevar a la mesa hoy un documento en el que se aclaren todas estas cuestiones, aunque también podría esperar unos días para redactar el documento definitivo, ya que deberá ganarse apoyos en el Parlamento si quiere convalidar la norma sin sobresaltos.

Entre tanto, y tras la guerra de cifras por el seguimiento de la huelga de funcionarios del martes, la tarea de convencer a los sindicatos para frenar la huelga general se antoja difícil. Cándido Méndez, secretario general de UGT, advirtió durante la manifestación central del martes que la huelga de funcionarios puede significar "el principio de muchas más", y eso dependerá de lo que haga el Gobierno. El líder de UGT prometió que pondría "toda la carne en el asador" para buscar un acuerdo que infunda confianza en la última reunión. Por su parte el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, aseguró que la huelga en el sector público es la "primera respuesta" ante el giro "radical" de las políticas de los gobiernos europeos. "El Gobierno tiene en sus manos terminar con el conflicto social", dijo, tras señalar que si en las próximas semanas Zapatero consolida el giro en lo económico y en lo social con una reforma laboral lesiva, habrá una huelga general. "Que a nadie le quepa duda de que habrá una huelga general que será masiva porque será entendida por toda la sociedad española", dijo Toxo.

En las próximas horas se conocerá el nuevo rumbo de las relaciones laborales, que posiblemente pase por el decreto, la búsqueda de apoyos en el Parlamento, y la reacción sindical de anuncio de huelga general, sucesivamente o al mismo tiempo...

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