Actualizado 06/10/2007 02:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- La culpa es del mensajero

MADRID 6 Oct. (OTR/PRESS) -

Dicen los "portavoces" oficiosos de Moncloa que ese clima de crispación que se ha instalado en la sociedad no es real, que solo es cosa de Madrid, de los periodistas y tertulianos madrileños, pero que el resto de España es una balsa de aceite. Lo cierto es que esta legislatura está terminando con un alto grado de tensión no solo por la confrontación dura entre socialistas y populares, sino porque no hay día en que no nos llevemos un sobresalto, ya sea la quema de fotos del Rey, el anuncio de Ibarretxe de que convoca un referéndum, etc, etc, etc...

Debe de haber un virus en Moncloa que afecta a los encargados de la política de comunicación sean del partido que sean, porque lo mismo que en la última legislatura de Felipe González se decía que la crispación era solo cosa de Madrid, en tiempos de Aznar, cuando éste decidió meternos de coz y hoz en la guerra de Irak, y los ciudadanos españoles andábamos en las calles diciendo "no a la guerra", sus portavoces aseguraban que la sociedad estaba tranquila y que éramos los levantiscos periodistas madrileños los que organizábamos ruido pero que en realidad en el resto de España los ciudadanos estaban tranquilos. Aznar repetía aquello de "España va bien" intentando tergiversar la realidad de la calle que se preparaba para despedirle en las urnas.

Con Zapatero la historia se repite. Desde su entorno se vende la misma canción: aquí no pasa, la crispación es cosa de cuatro periodistas antigubernamentales, el país está tranquilo y satisfecho. Yo, la verdad, no sé si es que nos toman por tontos o creen que repitiendo algo muchas veces termina haciéndose realidad, pero lo que si sé es que si pisaran la calle y escucharan lo que dicen los ciudadanos de a pie se enterarían de las preocupaciones reales de la sociedad, de la crispación galopante, de la tensión que va en aumento. También creo que cada día que pase, las cosas difícilmente mejorarán, habida cuenta de que los partidos ya se han lanzado sin disimulos a la campaña electoral. No hay día que no nos den una sorpresa, ya sea el PSOE con ese vídeo ridiculizando a los jóvenes del PP, en el que se les ha ido la mano tanto que el vídeo resulta ridículo, como el ex presidente Aznar apareciendo en escena para decir alguna de las barbaridades a las que ya nos va acostumbrando, o algún líder nacionalistas que dadas las circunstancias decide rizar aún más el rizo.

Pero lo que me sorprende es que los dirigentes políticos tiendan a repetir los mismos errores y en vez de coger el toro por los cuernos de la realidad y asumir que efectivamente hay crispación se dediquen a decir monerías como que es cosa de los periodistas madrileños. Pues no, no es cosa de los periodistas madrileños y más les vale ponerse las pilas y conectarse a la realidad. Se ha quedado "demode" echar la culpa al mensajero, eso lo deberían saber los encargados de la comunicación monclovita, que al fin y al cabo se lo montan de modernos.

Julia Navarro.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes