Actualizado 24/03/2011 13:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- El derecho a rezar.

MADRID, 24 Mar. (OTR/PRESS) -

Hace unos días se producía un incidente en la capilla que está situada en la Universidad madrileña, en la que un grupo de jóvenes irrumpía reclamando "poder clitoriano contra el poder Vaticano" y se desnudaba de cintura para arriba.

El incidente está siendo objeto de debate no sólo en el ámbito universitario sino en la sociedad y da lugar a la pregunta de si tiene que haber capillas en los recintos universitarios. La respuesta es que, probablemente, no, puesto que el nuestro es un país aconfesional, aunque no deberíamos de olvidar que la base de nuestra cultura es greco-romana y judeo cristiana. Y eso son hechos irrefutables.

Ahora bien, la nuestra es una sociedad libre donde cada cual puede creer en lo que quiera, y donde hay una separación nítida entre el Estado y cualquier confesión religiosa, incluida la católica. De manera que, y lo hemos visto a lo largo de todos estos años de democracia, los gobiernos gobiernan de acuerdo al compromiso que tienen con sus electores y no bajo condiciones religiosas. La ley del divorcio, la del aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, etc., sirven de ejemplo. Naturalmente, la Iglesia tiene derecho a tener una opinión en contra y a manifestarla, pero su poder acaba ahí. Sería por tanto faltar a la verdad decir que la influencia de la Iglesia es tal que no permite a los gobiernos tomar decisiones que afectan a su doctrina.

Por eso, me cuesta comprender a quienes reaccionan con tanta ira ante la Iglesia y se dedican a insultar, ridiculizar e intentar escandalizar con actitudes gratuitas que demuestran una gran debilidad.

Irrumpir en una capilla al grito de "poder clitoriano contra poder Vaticano" es lisa y llanamente una ridiculez que nada tiene que ver con el feminismo. Esas jóvenes se debían hacer mirar lo que de verdad les ha llevado a protagonizar un acto tan absurdo y carente de reivindicación real.

Lo mismo que desnudarse de cintura para arriba enseñando los senos. ¿De verdad piensan que a estas alturas alguien se va a escandalizar? No, no es escándalo lo que provocan. En realidad el suyo es un acto violento contra un grupo de personas que se encontraban tranquilamente en una capilla rezando. Si la Iglesia impusiera rezar, ir a misa, practicar su moral, entonces podría entenderse, aunque no justificarse, actos de rebeldía, pero no es el caso.

Por tanto, no entiendo esa ira, ese odio, de algunas gentes que se dicen ateas, y que no respetan a los demás. La Constitución ampara que cada uno tengamos, o no, las creencias religiosas que nos parezca, y poder practicar cada cual su religión sin verse perseguido ni denostado. Quienes persiguen y violentan a quienes practican una religión están actuando como fascistas.

O sea, que esas jóvenes no son un adalid de la defensa de la libertad sino todo lo contrario. Eso sí, otra cosa es el debate de si en los campus de las universidades públicas debe de haber capillas o cualquier otro recinto religioso. Si yo tuviera que dar mi opinión diría que no, aunque también tengo que decir que tampoco me molesta que haya una capilla. Como no es obligatorio ir, tanto me da.

Pero, insisto, quienes irrumpieron en la capilla de la Universidad madrileña han hecho gala de intolerancia, de falta de respeto de las ideas y creencias de los demás, en definitiva el suyo ha sido un acto antidemocrático. Que lo piensen.