Actualizado 16/03/2007 01:00

Julia Navarro.- Escaño Cero.- Dos versiones, dos países

MADRID 16 Mar. (OTR/PRESS) -

Hay quienes continúan con el empeño de que el atentado del 11 de marzo de hace tres años en Madrid fue obra de ETA y no de un grupo de islamistas. Depende de qué periódico se lea, las conclusiones son diferentes sobre el juicio que se está llevando contra los acusados de aquella masacre. Unos insisten en que detrás del atentado está la sombra de ETA y para ello no duda en exculpar a uno de los principales acusados, otros insisten en que detrás del atentado solo están los islamistas y nada más que los islamistas.

La verdad es que cualquiera que haga una lectura atenta de los periódicos, por dispares que éstos sean, y sobre todo sigan las incidencias del juicio a través de la televisión, si no tiene prejuicios previos, llegará a la conclusión más obvia y es que todo indica que quienes se sientan en el banquillo de los acusados no son precisamente angelitos y que tal como mantiene la fiscalía, son responsables de la masacre.

Además de éstas, se pueden sacar más conclusiones. Uno se puede preguntar si la policía fue todo lo diligente que cabía teniendo en cuenta que algunos de estos sujetos eran confidentes, porque da la impresión de que hay un cierto descontrol en la información que manejaban unos y otros, y desde luego ¿cómo es posible que en nuestro país el control de la dinamita sea tan endeble? Pero más allá de estas u otras preguntas similares solo hay que escuchar a los que se sientan en el banquillos para darse cuenta que tipo de sujetos y de que calaña están hechos. Lo terrible es que haya quienes se empeñan en dividir a la sociedad en torno al asunto. Y es que el PP y algunos de sus amigos de los medios de comunicación aún no se han repuesto por haber perdido las elecciones e insisten en la teoría de la conspiración para justificar esa perdida, por eso no cesan de arrojar sombras sobre lo que sucedió el 11-M.

Ya digo que depende de que periódico lea uno puede creer que vive en un país o en otro, dado que las versiones no solo sobre lo que paso hace tres años sino sobre lo que sucede todos los días en el juicio difiere radicalmente. Sin embargo soy optimista y confío en el buen hacer del juez Gómez Bermúdez. Que está demostrando a lo largo de las sesiones del juicio que a él no le manipulan ni unos ni otros y que es capaz de poner firme a quién se atreva a excederse sea quien sea. Si, hay quienes confiamos en que de éste juicio saldrá la verdad, y esperemos que sea la que sea esa verdad la acepten todos, aunque me pregunto si algunos serán capaces de aceptar que les puedan contradecir sus prejuicios, teorías o intereses.

Julia Navarro.

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