Actualizado 09/10/2007 02:00

Julia Navarro.- Escaño Cero: "La metamorfosis"

MADRID 9 Oct. (OTR/PRESS) -

Las campañas electorales suelen metamorfosear a los políticos. Hasta el día de las elecciones todos se instalan en una cierta impostura. Sonrien a diestro y siniestro, besan a sus fans, pasan la mano por la cabeza de los niños en un gesto que quiere ser de ternura, se dejan piropear por las militantes más acerrimas,y dar palmadas por sus compañeros de provincias.

Naturalmente, cuidan su aspecto más que nunca, y los asesores de imagen les sugieren distintos "looks" para conquistar a los votantes. Zapatero, por ejemplo, poco después de ser elegido secretario general del PSOE cambio de peinado, lleva el flequillo hacia adelante, y a Rajoy le intentan dar un toque de modernidad (misión casi imposible) en su atuendo de los fines de semana, en que prescinde de la corbata y luce jerseis con cierto colorido.

Siendo el aspecto exterior evidentemente lo más visible, a mi lo que me continua asombrando es como pueden decir o hacer lo contrario de lo que decían o hacían meses atrás. Por ejemplo, nuestro presidente, Rordríguez Zapatero, ahora se envuelve en la bandera nacional, e incluso ha roto una lanza en favor de la Monarquía después de haber guardado un ominoso silencio mientras las "juventudes" de sus socios de Esquerra, quemaban fotos del Rey. La versión oficial, ya saben, es que eso es cosa de cuatro jovenes intolerantes a los que no hay que dar más importancia, y quienes se la dan es que tienen aviesas intenciones.

Que quieren. A mí, Zapatero defendiendo la bandera, de boquilla claro está, me sorprende, bueno si es que a estas alturas soy capaz de sorprenderme con los políticos en campaña electoral. A lo que parece, los estrategas de la campaña socialista, supongo que con José Blanco en cabeza, han decidido que la imagen del presidente se ha deteriorado y sobre todo que no es la de un hombre de Estado, de manera que ese es el perfil en que los expertos en imagen van a trabajar: nos van a vender a un Zapatero serio, defensor de los símbolos y señas de identidad comunes, con aire de estadista, firme ante las amenazas de los abertzales y de ETA, y a poco que nos descuidemos incluso son capaces de volvernos a vender el tan famoso como inexistente "talante" del que hacía gala el presidente.

Rajoy por su parte también tira de la bandera y está envuelto en ella de la mañana a la noche. Me pregunto porque no dejaran a la bandera en paz el uno y el otro, haciendo lo que se debe de hacer: Zapatero haciendo cumplir la ley, y Rajoy no intentando apropiarse de ella.

La metamorfosis de Zapatero es demasiado evidente, aunque supongo que de aquí a que se celebren las elecciones lo mismo alguien termina creyéndose que realmente la nueva imagen se corresponde con la realidad. La verdad es que tengo curiosidad por ver cómo nos venden como éxito los dos grandes fracasos de Zapatero: la política territorial y las fracasadas negociaciones con ETA. Pero como en las campañas electorales hay mucho de teatreo, supongo que esos fracasos terminarán difuminados como en los espectáculos de sombras chinescas. En fin, de aquí a las elecciones nos queda mucho por ver y escuchar.

Julia Navarro.

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