MADRID 1 Dic. (OTR/PRESS) -
En el PSOE tan seguros están de la victoria que no tienen empacho en proclamar que José Bono se convertirá en el próximo presidente del Congreso. Aparte de lo inelegante que resulta el anuncio, lo cierto es que muchos socialistas susurran satisfechos que las encuestas que hay en Ferraz auguran la mayoría absoluta o casi. Y añaden que no les importa que los ciudadanos crean lo que dicen algunas encuestas sobre un actual empate técnico entre PSOE y PP, porque de esa manera se movilizará el electorado pensando que si no van a votar los populares puedne ganar.
Así que se frotan las manos pensando en la sorpresa que todos nos vamos a llevar ese día de marzo en que acudamos a las urnas. El caso es que hay demasiada soberbia a la hora de dar por hecho que José Bono se convertiá en presidente del Congreso. Y no porque le falten meritos a Bono, que sin duda es uno de los valores más importantes con que cuenta el PSOE, sino por el desapego y malas maneras que muestran hacia el actual presidente Manuel Marín, y sobre todo por dar disponer de la piel del oso antes de haberlo cazado por más que las encuestas que dicen que guarda Pepe Blanco auguren esa mayoría absoluta.
"Manca finezza" que dirían en Italia. Pero volviendo al quid de la cuestión, es decir a qué partido puede ganar las elecciones, lo cierto es que ni Mariano Rajoy ni el PP están haciendo una campaña moderna e ilusionante, mientras que el PSOE está desplegando un aparato propagandistico moderno y eficaz. A los socialistas se les nota con ganas de ganar, y a los populares les falta fé en sus posibilidades para hacerlo.
Por eso cuentan algunos que los estrategas electorales del PSOE están euforicos, convencidos de que ya tocan el tirunfo con la mano. La clave es movilizar a su electorado, y por eso les viene bien que los votantes de izquierda desencantados crean que las cosas no están claras, forma parte de la estrategia. En fin, habrá que ver que sucede el dia "D". Mientras en el PSOE ya hacen planes con la piel del oso.
Julia Navarro.