MADRID, 1 Abr. (OTR/PRESS) -
El presidente Zapatero anunciaba el miércoles en el Congreso que en el próximo semestre las cosas irán mejor. En realidad es un anuncio que viene haciendo desde que se dio de bruces con la crisis. Cada semestre augura que en el siguiente empezaremos a ver la luz, luego llega ese semestre y repite que será el siguiente, y así hasta hoy.
Puede que esos anuncios optimistas del presidente caigan en saco roto, que los ciudadanos de a pie no tengan en cuenta esas predicciones optimistas que siempre chocan con la dura realidad, pero quien siempre sale al quite para poner las cosas en su sitio es el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Y una vez más, según se bajaba el presidente de la tribuna del Congreso después de anunciar que las cosas van mejor, Fernández Ordóñez salía al quite para decirnos que hasta después del 2012 difícilmente se creara empleo. O sea, un jarro de agua fría para la predicción del presidente.
A mí, me gustaría que Zapatero tuviera razón y que el Gobernador del Banco de España se equivocara. Pero seguramente, una vez más, sucederá lo contrario, es decir que continuaremos padeciendo la crisis, y sobre todo el drama del paro, hasta más allá del 2012. Pienso que Zapatero ya no luce ese optimismo inconsistente, que ha ido aprendiendo que la realidad es la que es más allá de sus ideas e intereses, pero aún así parece resistirse a dar malas noticias, a no entreabrir una puerta a la esperanza y por eso anuncia ese rayo de luz para el futuro inmediato.
Por su parte, el Gobernador del Banco de España hace alarde de independencia y realismo, de lo contrario se jugaría su prestigio, por eso, una vez más, Fernández Ordóñez le ha amargado la puesta en escena al presidente del Gobierno.
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