MADRID 15 Ene. (OTR/PRESS) -
La economía alemana registró en 2006 su mayor tasa de crecimiento económico desde 2001. Al mismo tiempo, el déficit público baja por vez primera del 3 por 100 del PIB y también cae el desempleo. La novedad de la reactivación teutónica es el de sus protagonistas. Las exportaciones han sido el sector que permitió a Alemania no entrar en recesión pero la demanda interna (el consumo y la inversión) presentaban un encefalograma plano. La novedad es el repunto de esas dos variables lo que implica que las familias y las empresas tienen más confianza en el futuro y se han decidido a gastar. Así pues, el 'Gigante' germano sale de su largo sueño y vuelve a convertirse en la locomotora de Europa.
Esa es la buena noticia pero la mala es que, aunque resulte paradójico, la reactivación de Alemania puede ser negativa para la economía española. La razón es muy simple. A pesar de que la inflación en la Eurozona se ha mantenido en tasas elevadas, a pesar de que el crecimiento de las grandes economías de la región era muy bajo, el BCE había mantenido las tasas de interés relativamente bajas para evitar que Alemania y, en menor medida Francia, entrasen en una recesión. De esta situación se ha beneficiado España que ha contado con un dinero barato en un escenario de endeudamiento creciente de las familias. En otras palabras, la debilidad de la economía alemana ha permitido sostener la fortaleza de la española.
Ahora el panorama ha cambiado de manera radical. Alemania crece con vigor. Si esta tendencia se mantiene, las presiones inflacionarias crecerán y, en consecuencia, el BCE se verá obligado a endurecer su política monetaria mucho más de lo que lo ha hecho en el último año y medio. Esto puede ser letal para España. La combinación de unas familias muy endeudadas con una carrera alcista de los tipos de interés puede dar un golpe demoledor a la economía nacional. Será más caro pagar la deuda y, por tanto, habrá que gastar menos en otros bienes y servicios. En suma, el consumo privado caerá y también lo hará la inversión porque, con un dinero más caro, su tasa de retorno será mayor. Malos tiempos para la lírica.
Lorenzo Bernaldo de Quirós