Actualizado 14/10/2007 02:00

Lorenzo Bernaldo de Quirós.- La desmemoria histórica

MADRID 14 Oct. (OTR/PRESS) -

"Cautivo y desarmado el ejército faccioso, las tropas de la República han alcanzado sus últimos objetivos. La guerra ha terminado". Así podría comenzar la Exposición de Motivos de la llamada Ley de la Memoria Histórica. En ella no se trata de hacer justicia a quienes sufrieron la represión de la posguerra, lo que ya se hizo en los primeros años de la Transición, sino de arrojar sobre una de las dos Españas toda la responsabilidad de la contienda y ajustar cuentas con ella setenta años después. Zetapé no hace justicia sino venganza. No quiere concordia ni paz sino victoria de los suyos. Ese sentimiento presidencial se ha convertido en Ley.

Con la Ley de Memoria Histórica se zanja la demolición del espíritu de la Transición acometido con éxito en esta legislatura. El final pacífico de la Dictadura y la reforma que llevó a la democracia fueron posibles porque las 'dos Españas' hicieron un pacto, como diría Azaña, de paz, piedad, perdón y, añado yo, de olvido. Esto fue posible no sólo por la amplitud de miras de los políticos sino porque así lo exigía la sociedad que no quería enfrentamientos. La España de los setenta miraba hacia delante, no hacia atrás. El Sr. Rodríguez Zapatero ha roto ese acuerdo nacional de concordia por alguna de estas razones: por irresponsabilidad, por estupidez o por partidismo.

En este viejo país, casi todas las familias tienen un muerto, de uno o de otro bando de la guerra, en el armario. La Ley de Memoria Histórica sólo considera españoles dignos a los republicanos, olvidando las muchas atrocidades que se cometieron en los dos lados del conflicto. Quitar los símbolos del franquismo y mantener calles y estatuas de los dirigentes del bando que perdió la guerra resulta de un sectarismo atroz y de una estupidez supina. ¿A quién beneficia este revisionismo, esta resurrección ideológica del guerra civilismo? A este país no; a su tranquilidad tampoco...

Lorenzo Bernaldo de Quirós

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes