MADRID 5 Dic. (OTR/PRESS) -
Los internautas, los crucifijos, la saharaui Aminetu Haidar y los tres cooperantes secuestrados por Al Qaeda forman el núcleo duro de la agitada actualidad que acosa al presidente Zapatero y a su Gobierno. En este cuadro problemático, administrado con desigual fortuna, el presidente tiene que emplearse a fondo para que ninguna de las cuatro ramas se le vaya de las manos y para que no se repitan situaciones tan graves como la del Alakrana, la tragicomedia del SITEL o la pesadilla de la nonata sentencia del TC sobre el Estatut.
Zapatero no puede estar ejerciendo de permanente apagafuegos, como este jueves con la ministra González-Sinde, ni de tutor de los ministros de Justicia, Defensa y Exteriores, ni confiar en que la vicepresidenta primera le vaya a sacar siempre las castañas del fuego. Si tiene que hacer esa crisis pendiente para dotar a su Ejecutivo de la fuerza que le falta, que lo haga antes de que sea tarde. Si tiene que cesar o admitir la dimisión de la ministra de Cultura, que tampoco se demore, ya que su desempeño ha llegado este jueves a su culminación.
Tienen que saber armonizar la defensa a ultranza de la libertad de expresión con la protección de los derechos razonables de propiedad intelectual. Tienen que saber encajar la laicidad de la Constitución en la realidad variopinta de España, con tradiciones culturales inseparables de las religiosas. Y gobernar la desidia abandonista de todos los Gobierno anteriores en la delicada materia del Sahara Occidental. Y continuar administrando con prudencia, como hasta ahora, la crisis de los cooperantes. Y no ser tan tontos como para regalar bazas a las aves carroñeras que sobrevuelan con avidez por encima de los tejados. Y avergonzar al PP por votar en Bruselas lo que aquí critican con escándalo o por hacer lo mismo en 2002, cuando gobernaban en España.
Y por cometer la atrocidad de comparar a este Gobierno con las peores dictaduras y negarse a condenar todos los vestigios del franquismo, incluso permitiendo que se repongan algunos que habían sido suprimidos.