MADRID 12 Dic. (OTR/PRESS) -
La derecha ya no sabe cómo intentar el desprestigio del Gobierno de Rodríguez Zapatero y cae una y otra vez en la desmesura, la mentira, la exageración y la irresponsabilidad inconsistente. La derecha política y mediática -de esta última, me refiero más bien al sector de extrema derecha- no tiene ni idea de cómo debe ejercerse la oposición para proyectar credibilidad sobre el paciente pueblo español, una parte del cual es de pensamiento conservador pero despojado de todo extremismo y de toda truculencia. La derecha en general no acierta en absoluto a encontrar el tono y arriesga seriamente sus probabilidades de tocar un día el poder del Estado, entre otras cosas por la torpeza y desmesura con que ejerce ese poder en las parcelas autonómicas y municipales en las que está instalado, con algunas excepciones. Lo vienen demostrando en todos los casos conflictivos que se van presentando, y de forma acelerada en los últimos meses. El colmo de los colmos es su tratamiento del delicadísimo asunto de Aminetu Haidar, esa brava mujer que tanto sufre y nos hace sufrir.
Este problema exigiría como ninguno un cierre de filas de todas las fuerzas políticas y sociales españolas en torno al Gobierno, para que éste pudiera aportar con garantías sus esfuerzos para la salvación de la vida de la señora Haidar. A sabiendas de que gran parte de la responsabilidad del contexto en que se produce la situación de esta mujer y del hecho en sí cae del lado del Gobierno marroquí, con su Rey a la cabeza. Es una perversidad jugar al desgaste también con el hecho de que el Gobierno español juzgue que no conviene ahora la intervención de don Juan Carlos, pues eso desune, resta fuerzas y además es una banalidad, pues nadie conoce mejor que el Gobierno cuáles son las circunstancias que aconsejan o desaconsejan la intervención del monarca español. Otra cosa es que sea muy buena y respetable -que lo es- la intención de quienes piden esa intervención, entre los que yo me cuento. Recordemos que el desaguisado de Perejil se resolvió por la intervención de Estados Unidos. En ese camino estamos.