MADRID 2 Jun. (OTR/PRESS) -
Las visitas a Madrid de importantes mandatarios internacionales no han conseguido, ni mucho menos, atenuar el impacto político de las elecciones celebradas el domingo pasado. Tras la jornada electoral, ha ocurrido de todo, incluso varios sondeos que siguen atribuyendo al PSOE la victoria en las próximas generales, por no hablar de las retiradas de Simancas y Sebastián y de la autopromoción de Gallardón, tan criticado en su partido. Pero si quieren que les diga qué es lo que más me ha llamado la atención, les confesaré que ha sido la simpar oferta de Mariano Rajoy a Zapatero y al PSOE sobre la gobernación de Navarra. Rajoy y su gente vuelven a superar su propio récord de despropósitos. Esta vez da la impresión de que toman por estúpidos a todos los españoles, incluidos los votantes populares. Pero vamos a ver, oiga, mire usté. Habíamos quedado en que Zapatero y el PSOE habían vendido Navarra a la anti España, más o menos a los terroristas, que se habían arrodillado ante ETA, que habían destrozado España en cachitos y un etcétera por el estilo.
Y ahora ofrecen medio Gobierno de Navarra a tales malhechores y proclama Rajoy que PP y PSOE defienden el mismo modelo territorial de España. ¿Qué modelo? ¿El de la ruptura de España en pedazos, el de la rendición ante ETA, el de la venta de Navarra a no se sabe quién? Me imagino desolados y patidifusos a sus partidarios y votantes, a los que asistieron a aquella manifestación de Pamplona, encabezada por el Gobierno navarro y por el propio Rajoy, para insultar gravísimamente al Gobierno de la nación y a su presidente y para dar por hecho que la venta ya estaba realizada, que la ruptura territorial era algo consumado, así como la humillación ante ETA y sus adláteres. ¿Mentían conscientemente entonces? ¿Se revisten del más extremo de los cinismos ahora? ¿Pero a qué jugamos, señores míos? Y todo por no perder el control político de Navarra. Va a ser cierto eso de que sólo les interesa el poder. Pero a lo peor es igual, pues ya hemos visto la mella que en ellos ha hecho la corrupción urbanística: ninguna.
Pedro Calvo Hernando.