Pedro Calvo Hernando.- Tienen que buscar una salida

MADRID 12 Sep. (OTR/PRESS) - Demasiado recargada la agenda política como para que sea fácil retener la atención en algún aspecto concreto. La esperpéntica autoproclamación de Mariano Rajoy como candidato del PP a la presidencia del Gobierno en las generales de marzo es un hecho que figura en la cresta de la actualidad. Rajoy adelanta unos meses el proceso electoral, pero sólo en lo que a él se refiere, tal debía ser el miedo a que el debate sucesorio se convirtiera en revuelta fáctica y alguien le quitara el puesto, cosa que no era muy fácil, por lo demás. En ese partido se han quedado sin proyecto y sin argumentos, pero con candidato a golpe de clarinazo.

Sin argumentos porque ya se ve que es imposible el retorno a las mentiras de los últimos años, debido sobre todo al fracaso de todos los augurios en que se basaban y que se demostraron falsos. Ni siquiera ETA consigue matar, pese a sus numerosos intentos. Ya veremos el día que lo consiga. El sentido común que exige Rajoy a su gente será el que demuestran María San Gil y Miguel Ángel Rodríguez, que culpan de antemano a Zapatero y su Gobierno.

Mientras tanto, siguen torpedeando cualquier avance en la reglamentaria renovación de instituciones tan esenciales como el Consejo del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional. Claro, así conservan ahí la mayoría derivada de las elecciones de 2000, cuando hubo otras, que perdieron, en 2004 y cuando faltan unos meses para las siguientes. Son trampas muy gordas, pero, en fin, poca cosa comparadas con todo lo que han venido haciendo, y siguen, a lo largo de estos años de legislatura. Por ejemplo, ocultar el lado oscuro de todo lo que vino después del 11-S, acontecimiento del que hoy se cumplen seis años.

Aquella masacre de Nueva York inauguró una etapa de restricción de libertades y de agresiones ilegales, al calor de la lucha contra el terrorismo internacional, etapa de la que el Gobierno de Aznar y su partido nunca debieron participar y jamás debieron justificar, tampoco después de la derrota electoral del 14-M, al parecer vinculada con los grandes sucesos que siguieron al 11-S. Esta gente tiene que encontrar una salida, pero antes tiene que buscarla.

Pedro Calvo Hernando