Pedro Calvo Hernando.- Victoria insuficiente

MADRID 8 Jun. (OTR/PRESS) -

Es evidente que el peso de la crisis económica ha sido superior al de la corrupción y la falta absoluta de colaboración en la lucha contra esa crisis por parte del PP. Eso explica el resultado en España de las elecciones europeas de este domingo, ganadas por la derecha con dos escaños de ventaja frente al PSOE. Es evidente también que ese resultado no colma en absoluto las expectativas del partido de Rajoy y Mayor Oreja, que suspiraba por una victoria contundente que le preparase los caminos para seguir luego ganando otras elecciones, hasta llegar a las generales de 2012.

Entre el efecto de la abstención y el peso de la crisis, la diferencia el domingo a favor del PP es demasiado escasa como para que les sirva de aliento y empuje para recorrer ese camino soñado. Para las generales faltan casi tres años y para las municipales y autonómicas faltan dos años. Tiempo en principio suficiente para que los efectos de la crisis se hayan reducido sustancialmente, al compás de la reducción de la crisis misma. Y tiempo también para que el PSOE realice el imprescindible trabajo de recuperar la participación de muchos de sus seguidores.

La interpretación inmediata que hacía el PP ha sido la esperada: pedir la dimisión de Zapatero y gritar que lo del comienzo del cambio empieza a ser realidad. Por supuesto que no podían hacer otra cosa ni se esperaba en absoluto que no la hiciesen. La corrupción oceánica que afecta al PP no ha tenido las consecuencias que serían normales, sobre todo por el espacio dejado por el PSOE con la abstención, pero sí se ha notado en la estrechez de la diferencia de votos.

Lo mismo cabe decir sobre el hecho de que el PP no haya mostrado la más mínima colaboración ni con el Gobierno ni con nadie en la lucha contra la crisis económica. Aunque quiero decir que seguramente lo más escandaloso sea que el océano de corrupción no haya sido capaz de surtir los efectos totales que deberían ser normales. Esta es la reflexión quizá de mayor peso a la hora de cualquier análisis desapasionado de lo sucedido. El tiempo próximo dirá cuál haya de ser el rumbo que los españoles prefieran para el inmediato futuro.