Rafael Torres.- Ser australiano

MADRID 28 Ago. (OTR/PRESS) -

A los cerebros de Ferraz les debe parecer" centrista" la idea de España, y como en esto de la mercadotecnia (electoral) a cada idea debe seguir un eslogan, o un mensaje, o un producto, ahí está ese logo de "Gobierno de España" copiado, por lo visto, del alemán. Hay que arrebatar a la derecha, se han dicho, el monopolio de España y de sus símbolos y olvidarse de las identidades nacionales de sus regiones (o sea, de las Españas, ese concepto tan republicano) del diálogo como medio de resolver los problemas enconados , si se tercia, de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, tan roja ella al parecer, para ese viaje al Centro donde se halla, suponen, la gran despensa devotos. Lamentablemente, esa recuperación de la "marca" España patentada por el PP equivale a renunciar a la construcción de una España nueva, de todos, que para serlo precisa de la aportación del republicanismo, de la izquierda liberal y de la Ilustración que en los últimos setenta años le fue violentamente negada.

Ahora bien; por muy centrista que parezca a los de Ferraz la idea de España del PP, ni ellos ni los del PP saben a ciencia cierta en qué consiste ser español, cosa que no les sucede, pese a pertenecer a una nación mucho más joven y más remota, a nuestros antípodas los australianos. Ellos lo tienen claro, y así, al extranjero que quiere nacionalizarse le piden que conozca un poco de la historia y la cultura de Australia (el equivalente a que un invitado sepa las costumbres de la casa, dónde están las luces y la llave del gas), y que se comprometan por escrito a respetar la igualdad, la libertad y la democracia. Ser australiano a lo mejor no es muy centrista, pero qué gusto, ¿verdad?.

Rafael Torres