MADRID 21 Ago. (OTR/PRESS) -
Unos dos mil padres de familia andaluces han anunciado que acudirán al Tribunal Superior de Justicia de aquella Comunidad autónoma contra la imposición de la asignatura "Educación para la ciudadanía" (EpC). Una cosa así no había ocurrido nunca antes, al menos que yo recuerde. En este asunto hay, al menos, dos aspectos diferenciados que conviene distinguir: uno, formal, de la máxima importancia para todos; el otro, material (de contenidos), de la máxima importancia especialmente para los cristianos, que son mayoría aplastante en este país.
Desde el punto de vista formal, ocurre que la Constitución reconoce el derecho de los padres a educar a sus hijos en los valores ideológicos y morales que tengan por conveniente, lo que lleva consigo la obligación del Estado de no inmiscuirse en este terreno, y menos aún en la escuela pública. Pero la EpC, tal como ha sido configurada en los Decretos que la desarrollan, es un ejemplo difícilmente superable de esa intromisión: no sólo no se limita a transmitir una serie de conocimientos, sino que hace de la transmisión de valores morales su mismo eje. Esto significa que, al margen de la naturaleza específica de estos valores, la EpC presenta síntomas vehementes de inconstitucionalidad abierta y descarada.
En cuanto a los contenidos, es evidente el atropello a los padres de familia que quieren educar a sus hijos en principios y valores cristianos. Eso no tendría que sorprender a nadie, tyeniendo en cuenta que el presidente de este Gobierno se ha situado de forma explícita contra Jesucristo y su mensaje. No exagero. José Luis Rodríguez Zapatero tiene dicho en público que "no es cierto que la verdad nos haga libres, sino que es la libertad la que nos hace verdaderos".
Si recordamos que el autor de "la verdad os hará libres" es Jesucristo en persona, la cosa parece bastante clara, al margen de que la frase "la libertad nos hace verdaderos" nos parezca una majadería solemne o no. A mí, desde luego, me lo parece, pero excede los límites de estas líneas discutir sobre si una mentira se convierte en verdad por haber sido proferida libremente.
Ramón Pí.