Actualizado 29/06/2007 02:00

Ramón Pi.- Desde la libertad.- Cocaína

MADRID 29 Jun. (OTR/PRESS) -

Hace unos días saltó la noticia: España es el país con la tasa más alta de consumidores de cocaína del mundo. En cuanto se ha publicado esto, la ministra de Sanidad se ha considerado en la obligación de decir algo, con lo guapa que está callada. Pero eso es demasiado pedir a esta ministra Rottenmayer que nos ha tocado en suerte.

Podría haber dicho que no se sabe bien cómo se ha llegado a este dato, teniendo en cuenta que la cocaína es un producto perseguido por la ley, y que hacer estadísticas de actividades clandestinas parece muy poco fiable. Podría haber sugerido que, al margen de que este cálculo sea cierto o no, el Gobierno impulsará un programa educativo que ponga el acento en el dominio de uno mismo para ser señor, y no esclavo, de las pasiones, como sabiamente aconsejaban los epicúreos precristianos de la Grecia clásica como fórmula para el mayor y mejor disfrute del placer (esto último lo podría haber dicho para no resultar sospechosa y no incurrir en las iras del presidente, que en estas cosas es muy sensible).

Podría haber dicho muchas cosas, pero ha elegido la sugerencia de adiestrar a los camereros y los dueños de los bares en las técnicas del espionaje de la clientela, porque ella sabe que la cocaína se consume mucho en los aseos de bares y discotecas. Decididamente, estamos en buenas manos. Qué suerte hemos tenido con este Gobierno, que tiene unas ideas tan claras de cómo contribuir a que seamos más felices.

Ironías aparte, lo que a mí me sorprende es que para muchos sea sorprendente un dato como éste del consumo de cocaína. Al fin y al cabo, recogemos lo que se ha venido sembrando durante decenios con pertinacia digna de mejor causa. No eran gratuitas las repetidas advertencias sobre los efectos nocivos de extender una mentalidad hedonista, relativista y nihilista (es decir, la verdad objetiva no existe, cada cual se inventa su verdad particular, y por lo tanto, al valer todo lo mismo, nada vale nada). Con esta mentalidad, lo lógico era que tarde o temprano nos desayunásemos con noticias como ésta. Lo raro sería leer que España es el país con menor tasa de consumidores de cocaína del mundo.

Ramón Pi.

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