Actualizado 17/04/2007 02:00

Ramón Pi.- Desde la libertad.- Falso precedente

MADRID 17 Abr. (OTR/PRESS) -

No aprendemos. Estas antevísperas electorales se plantean en casi todas partes (partidos, medios de comunicación ciudadanos particulares en casa, el trabajo o la barra de un bar) como si fueran un anticipo de las generales previstas en principio para marzo que viene. Y no. En mi opinión, no es así, como lo demuestra una experiencia que viene desde el 3 de abril de 1979, fecha de las primeras elecciones locales bajo la Constitución hoy vigente. Lo que ha venido ocurriendo desde entonces, cuatrienio tras cuatrienio, es que las elecciones locales (a las que se sumaron las autonómicas, salvo las cuatro de la "primera velocidad") se han parecido a las demás elecciones locales, y que su relación con las generales ha sido más bien episódica.

En otras palabras: en general, las elecciones generales previas a las locales no han determinado el resultado de éstas; y las locales previas a las generales -como ahora ocurre- tampoco han influido decisivamente en el destino del inquilino de La Moncloa. Pero los políticos, tozudos y casi paranoicos, siguen creyendo que en cada convocatoria electoral se juegan la vida, el ser o no ser, su futuro y el de sus hijos, el sueldo y todo lo que se pueda uno jugar, y ponen toda la carne en el asador. Eso que algunos sagaces comentaristas dicen de vez en cuando sobre que tal o cual partido va a las elecciones municipales a medio gas no es cierto en absoluto.

Vamos, pues, a seguir viviendo tensiones preelectorales fuertemente ideológicas ante los comicios locales y autonómicos. Otra cosa serán los motivos verdaderos del voto de la gente. Pero nadie se los creerá.

Ramón Pi.

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