Actualizado 05/04/2008 02:00

Ramón Pi.- Desde la libertad.- Situación delicada

MADRID 5 Abr. (OTR/PRESS) -

Como el que no quiere la cosa, Mariano Rajoy está procediendo a una operación de rejuvenecimiento de los cuadros del Partido Popular muy parecida a la que hizo Aznar hace unos quince años. Estas cosas siempre levantan algunas ampollas y pisan algunos callos, y en el caso de Rajoy eso se nota más, porque él es mayor que Aznar cuando fue presidente, y también porque, a pesar de todos los pesares, en el PP nunca han dejado de existir reticencias acerca de su idoneidad como líder del partido tras la derrota electoral de 2004. Está muy extendido el comentario de que habría sido un excelente presidente del Gobierno, pero que en la oposición hace falta alguien con otro perfil y con más hambre de balón. Cierto o falso, esto me parece un hecho.

Algunos medios de comunicación airean las disidencias internas (hasta ahora sólo perceptibles en conversaciones privadas), dándoles así una carta de naturaleza que de otro modo no tendrían, pues el PP sigue siendo, en apariencia, una piña. ¿Existen, de verdad, estas disidencias y este malestar que esos medios pregonan? Eso lo sabremos cuando se celebre el congreso del partido dentro de dos meses y medio, y probablemente tendremos ya algunas pistas antes, porque cuando hay un secreto, todos tienen un amigo que no se lo dirá a nadie.

El PP, pues, está ahora en una situación delicada, que puede conducirlo a una catarsis liberadora de fantasmas, o a un laberinto de sobreentendidos, que, como se sabe, dan siempre lugar a malentendidos, lo cual es muy mala cosa. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos. Entre lo que vaya a hacer Rodríguez en el Gobierno y lo que vaya a pasar en la oposición, seguro que no vamos a tener tiempo de aburrirnos.

Ramón Pi.

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