MADRID 15 Abr. (OTR/PRESS) -
Los dirigentes de la ilegal Batasuna andan estos días tratando de enredar para ver si apoyando múltiples siglas a la vez consiguen que alguna cuele. Es un juego pueril, estúpido, que si no tuviera el respaldo de las armas de ETA y sus amenazas del pasado domingo sólo serviría para hacer perder el tiempo a la policía que, a instancias del fiscal, les pisa los talones a cada paso que dan.
Pero son sus promotores los etarras, quienes no han permitido que Batasuna se desligara de la violencia y optara por participar en política por la vía democrática, los que tienen a Otegui atado por las piernas y sueltan o tiran de la cuerda según sus intereses y el estado operativo de sus comandos.
Como ya no hay proceso de paz, el Gobierno debe extremar la vigilancia para que los demócratas no nos sintamos burlados por unos terroristas que no renuncian a la lucha armada para conseguir sus objetivos. Y además porque la firmeza es el único lenguaje que entienden y no aumenta el riesgo de un atentado. No hay que dar crédito a sus bravatas ni creer una palabra de sus comunicados. Ya va siendo hora, después de tantos engaños, de que nos demos cuenta que sus parámetros de actuación moral no tienen nada que ver con los del resto de la sociedad y que pueden volar Barajas en un alto el fuego permanente.
La torpeza con la que Batasuna está solicitando firmas para respaldar las Agrupaciones de Electores ha llevado a los expertos a sospechar que, o bien es una maniobra de despiste, o lo que buscan es que no les dejen presentarse y volver al victimismo y la violencia callejera.
De momento la Fiscalía tiene pruebas más que suficientes para proceder a una impugnación masiva de estas listas electorales que, con total desfachatez, Otegui, Goricelaia y Pernando Barrena han promovido en Pamplona, Bilbao y San Sebastián.
En este jugar al ratón y al gato tiene siempre que ganar la democracia y el respeto a la ley. Los plazos se acaban, se acercan las elecciones y Batasuna se va a quedar fuera de las instituciones porque ha querido. Han sido ellos los que han perdido la oportunidad de defender sus posiciones en los únicos ámbitos donde se defienden las ideas.
Por último, la posibilidad de que volvieran a querer utilizar las siglas del Partido Comunista de las Tierras Vascas también se ha cerrado. Las llamadas 'nekanes', las diputadas del Parlamento vasco de esta formación, anunciaron el viernes que no se presentaran a las municipales. Quedan pocos días y Fiscalía y policía no pueden bajar la guardia. Se acabaron las trampas.
Victoria Lafora