Victoria Lafora.- Salvados por la campana

MADRID 18 Oct. (OTR/PRESS) -

Sólo una hora antes de que se cerrara la ventanilla del Congreso, PSOE y PNV llegaron al acuerdo que permitirá salvar los Presupuestos del año próximo. El blindaje del Concierto ha sido la llave que ha abierto el apoyo de los nacionalistas vascos, que se apuntan el tanto de defender, desde la oposición y en Madrid, los intereses de Euskadi.

Aún así, al PSOE y al Gobierno le resultaba más rentable esta "cesión" que atender las exigencias de la izquierda parlamentaria, empeñada en otra nueva propuesta fiscal, con subida de impuestos incluida, cuando aún no se ha digerido la anterior.

Que se haya logrado el pacto no significa que las cuentas del estado sean buenas. Son malas. Casi todos los expertos, e incluso algunas voces muy cualificadas dentro del socialismo, consideran que estos no son los Presupuestos adecuados para una recesión como la que atraviesa la economía española y de la que, según todos los organismos internacionales, se va a tardar más en salir que el resto de Europa.

Se recorta la inversión en Ciencia y Tecnología, en I+D+I, la gran apuesta de futuro de Zapatero y donde se iban a crear miles de puestos de trabajo. No hay incentivos al empleo, la principal lacra de la crisis. Es insuficiente el control del gasto, y ni la contestada subida de impuestos va a ser capaz de garantizar la moderación del galopante déficit público.

Queda la esperanza de que, en el largo debate en comisión de las enmiendas parciales, se modifiquen los aspectos, sobre todo referidos a la inversión en I+D, que obligarían a salir, nuevamente, de España a todos los investigadores que habían vuelto creyendo que este país había superado la torpeza del "Que inventen ellos" de Unamuno.

La esperanza es corta, a tenor de las enmiendas a la totalidad que se debatirán la próxima semana en el Palacio de la Carrera de san Jerónimo, y donde se comprobará que tampoco el PP, ni desgraciadamente ningún otro grupo parlamentario, tiene un plan alternativo para salir de la recesión. Enfangados los populares en la trama Gürtel, han hecho del tema del blindaje del Concierto su banderín de enganche, llevando la división a sus filas y votando en contra de su partido en Euskadi.

Sin discernir, además, que al pedir el blindaje el PNV está reconociendo la autoridad del Tribunal Constitucional. Ese órgano emanado de la carta Magna que Ibarretxe se quería saltar a la torera con su plan soberanista. ¡Que bien viene un pase por la oposición! Por cierto ¿Quién se acuerda de Ibarretxe?