Actualizado 12/04/2007 02:00

Victoria Lafora.- La soledad de Díaz de Mera

MADRID 12 Abr. (OTR/PRESS) -

Díaz de Mera se ha quedado solo, no le apoyan los policías que trabajaron a sus órdenes ni la gran mayoría de los dirigentes del PP. Sólo le quedan Acebes y Zaplana y ya veremos por cuanto tiempo. Su situación es más que delicada. Tras facilitar al juez Gómez Bermúdez los nombres de varios policías que supuestamente le hablaron de un supuesto documento que supuestamente relacionaba ETA con el 11-M ha sido desmentido rotundamente. Es más los cargos policiales han contado las patéticas llamadas de Díaz de Mera pidiéndoles ayuda para salir de este embrollo, su petición de que le prestaran sus nombres para encubrir su mentira.

Cada día mas voces dentro del PP confiesan que su eurodiputado se ha metido en un buen lío y que debe defenderse solo y no manchar al partido. Incluso Ignacio Astarloa abandona la teoría de la conspiración y reconoce que el atentado de Madrid es obra de los fundamentalistas islámicos y que ya va siendo hora de dejar de hablar de especulaciones.

Díaz de Mera ha sido, políticamente, la sombra de Ángel Acebes. Amigos desde siempre, paisanos, llegó a la Dirección General de la Policía cuando Acebes fue nombrado por Aznar ministro del Interior y ha llevado su lealtad hasta el final. Hasta empeñar su carrera personal. Porque la carta remitida al juez del 11-M no le va a librar de la acusación de desobediencia al tribunal y de la multa. Pero sobre todo no le va a librar del descrédito y la deshonra ante sus subordinados que hicieron una magnífica labor deteniendo en horas a los islamistas mientras sus jefes se enrocaban en la autoría de ETA porque convenía a sus intereses electorales.

Su peor error ha sido, sin duda, agradecer su puesto en el euro parlamento haciendo campaña a favor de la teoría de la conspiración. No dudó, para ayudar a sus amigos de la dirección del PP, en acudir a la COPE y, desde el conocimiento que se le suponía por el cargo que ocupó, sembrar toda suerte de sospechas sobre la actuación policial y la autoría de ETA. Y todavía esperaba que estos policías se inmolaran con él, le salvaran el pellejo.

Si el Parlamento Europeo tramita el suplicatorio y, al final, es procesado por desobediencia al tribunal u obstrucción a la Justicia su futuro en Europa puede estar en el aire. Lo que decimos: solo y metido en un lío muy, muy gordo.

Victoria Lafora

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