Actualizado 18/10/2007 02:00

Victoria Lafora.- Zancadillas

MADRID 18 Oct. (OTR/PRESS) -

A Joan Ignasi Pla, el dirigente socialista valenciano, le ha denunciado un compañero. El ciudadano de a pie ignora que las luchas por el poder dentro de los partidos pueden ser más sangrientas que la mera contienda política. Lo cierto es que Pla hizo unas obras de reforma en su casa, que se gastó casi ochenta mil euros, que pidió una demora en el pago hasta después de las elecciones de mayo y que, a día de hoy, todavía no ha pagado ni un euro. A muchos les gustaría encontrar empresas constructoras tan rumbosas o tan tolerantes que no exigen el pago de sus servicios meses después de acabados. Las hay que exigen cobrar la mitad del presupuesto antes de tirar un ladrillo. Pero eso es cuestión de suerte.

Donde no ha tenido suerte el secretario de los socialistas valencianos es en las urnas y ahí puede estar el origen del problema que ahora le ocupa (al margen de que va a tener que pagar la factura de las obras). Joan Ignasi Pla perdió estrepitosamente frente a Camps y, en lugar de marcharse, se ha apalancado en su cargo prolongando la crisis del PSPV. Sus compañeros de filas, que llevan años en la oposición autonómica y municipal, exigieron un golpe de timón o por lo menos un cambio de caras que siempre resulta estimulante meses antes de unas elecciones generales. Desde Madrid querían que el ex ministro Jordi Sevilla fuera el nuevo rostro del socialismo en Valencia. Pero Pla, como volvió a repetir ayer tras conocerse su morosidad en el pago, no piensa dimitir y quiere, según sus enemigos, colocar a gente afín en las listas de los comicios de marzo. Por eso dicen se ha negado a convocar un congreso extraordinario como le reclaman.

De momento en la sede de Ferraz, y concretamente José Blanco, le ha pedido que pague lo que debe y que busque una explicación "convincente" sobre el supuesto trato de favor en las obras de su casa. Aunque todo huela a golpes bajos dentro del partido, no resulta muy convincente decir que el exceso de responsabilidades le ha impedido hasta ahora abonar la cuenta; o que no sabe el importe de la misma porque era un tema del que se ocupaba su mujer; o que las empresas enzarzadas en una discusión sobre el beneficio industrial no le hayan exigido, por lo menos, pagar la mitad del coste de la obra. Parece evidente que, aunque se aclare la situación, los socialistas valencianos están abocados a un congreso extraordinario que coloque al frente a un candidato que le pueda hacer oposición al PP.

Victoria Lafora.

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