Actualizado 17/10/2012 14:00

Carmen Tomás.- Bajar la prima.

MADRID 17 Oct. (OTR/PRESS) -

Poco a poco se van conociendo detalles de las intenciones y negociaciones del gobierno de Rajoy para abaratar la financiación. España aún se financia bien en los mercados, pero con tipos demasiado altos. De hecho, como ha dicho recientemente el FMI casi 200 puntos por encima de lo que nos correspondería. Se han hecho reformas, un ajuste de caballo en las cuentas públicas. Cierto que más por el lado del ingreso que de los gastos, sobre todo, en las Comunidades Autónomas y cierto que faltan reformas fundamentales como la de la Administración. Pero, nadie duda de que la medicina está siendo de caballo.

Parece ser que el gobierno quiere activar a toda costa el mecanismo por el cual el BCE compre deuda de España en el mercado secundario y se está pensando solicitar al Mecanismo de Estabilidad una línea de crédito preventiva, es decir, que podría no usar el dinero, pero si ponerle las pilas al BCE. Las consecuencias de esta decisión serían por un lado la bajada sustancial, en torno a los 150 puntos, de la prima de riesgo y una subida cercana al 15 por ciento del IBEX. El otro objetivo sería y ya se está filtrando el sí de Alemania, ya que no tendría que pasar por el trago de llevarlo a su Parlamento. Obviamente, tendría contrapartidas y eso es lo que venimos contando que se está negociando. A estas alturas, excepto acelerar la reforma del sistema de pensiones es casi lo único que se nos demanda y sobre lo que no se ha tomado una decisión.

No cabe duda de que es romper el punto muerto en que ahora están las cosas. Un día sí y otro también con los mercados y los medios de comunicación especulando y un día sí y otro también con alguien hablando de esa posibilidad. Mientras, la prima de riesgo no baja de los 425 puntos y la bolsa ni so ni arre. La verdad es que sería una solución que nos permitiría una cierta holgura en el presupuesto ahora absolutamente agarrotado con la partida que hemos de destinar a los intereses de la deuda. Cuánto más habrá que esperar es la incógnita ahora. ¿Será antes del domingo electoral? ¿Después?

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