Actualizado 10/11/2006 20:10

Crónica 11-M.- La juez Gallego acusa de falsedad documental a los mandos de la Policía Científica

- Transforma el procedimiento de Garzón e imputa además un delito de encubrimiento a Santano

MADRID, 10 Nov. (OTR/PRESS) -

La juez de Instrucción número 35 de Madrid, Gemma Gallego, dictó hoy un auto de transformación de las diligencias abiertas por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón contra los tres peritos que relacionaron 11-M y ETA en su 'Informe del ácido bórico'. La magistrada ha dado un vuelco al caso y ha dirigido la acusación contra los cuatro mandos de la Policía Científica a los que eximió de culpa Garzón. Gallego les acusa de un presunto delito de falsedad documental y/o falso testimonio y al comisario general de la Policía Científica, Miguel Angel Santano, también de un supuesto delito de encubrimiento.

Esta resolución de la juez Gallego ratifica su decisión de la semana pasada de retirar la imputación a los peritos Manuel Escribano, Isabel López Cidad y Pedro Manrique, a los que Garzón imputó un delito de falsedad documental, eximiendo de cargos a sus mandos policiales. Además de Santano, al que imputa también un presunto delito de encubrimiento, Gallego acusa al número dos de la Policía Científica, Pedro Mélica, el jefe de Sección de la Unidad de Análisis, Francisco Ramírez, y el jefe de Análisis de la Policía Científica, José Andradas.

La magistrada afirma en su resolución que el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo solicitó el día 14 de marzo de 2005 que se realizase un informe pericial sobre el ácido bórico hallado en el domicilio del procesado por los atentados del 11-M Hassan el Haski. Según su relato de los hechos, los tres peritos elaboraron el informe, en el que afirmaban que el ácido bórico había sido también encontrado en un piso franco de ETA en 2001 y se vinculaba este hecho con los atentados del 11-M. No señala, como hiciera Garzón, que dicho informe se recuperó del ordenador de Escribano y se modificó la fecha de creación sin advertir de este hecho a Andradas.

Según la resolución de Gallego, los imputados, superiores jerárquicos de los peritos, consideraron "inconveniente" que se incluyesen estas referencias, por lo que Ramírez solicitó a los peritos que las suprimiesen. Como éstos se negaron, Ramírez "modificó" el informe "con conocimiento y anuencia de los otros imputados". Según Garzón, los superiores, remitiéndose al Manual de Actuación de la Policía Científica, rechazaron las referencias por ser "opiniones subjetivas y faltas de consistencia" y porque el ácido bórico es una sustancia "para matar cucarachas".

ATRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS

La juez sostiene además que Ramírez eliminó las "observaciones" del informe con referencias a ETA, suprimió que los tres peritos "se hicieron cargo" de las muestras de ácido bórico, atribuyéndose él mismo la recepción de esta sustancia y la práctica de los análisis, y alteró el objeto de la petición solicitado por otro de "Análisis de muestras". Según Garzón, esta atribución de competencias se incluye en el Manual de Actuación de la Policía Científica y Ramírez actuó ateniéndose a él, al tiempo que indicaba la intención de los peritos de generar "una apariencia" de vínculo entre la banda terrorista y los atentados de Madrid "sin sustento real alguno"

Una vez firmado, concluye Gallego, Andradas remitió el informe a la Comisaría General de Información, que a su vez lo envió al juzgado de Juan del Olmo, encargado de investigar los atentados del 11-M. La juez considera que estos hechos "se deducen" del estudio de los informes y de las declaraciones de los peritos y de sus superiores jerárquicos. Ahora, la Fiscalía y la acusaciones particulares tendrá que formular escrito de acusación en el plazo de diez días solicitando la apertura del juicio oral o, en su caso, la práctica de nuevas diligencias.

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