- Actuaron en al menos diez provincias españolas y se embolsaron 123.000 euros
SEVILLA, 10 Nov. (OTR/PRESS) -
La Operación 'Aquiles', llevada a cabo por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía adscritos al Grupo de Delincuencia Internacional de Sevilla, se ha saldado de momento con tres detenciones en esta provincia. Se trata de dos hombres y una mujer de origen venezolano que cometían hurtos al descuido en sucursales bancarias de Madrid, Santander, Albacete, Navarra, Almería, Málaga, Murcia, León, Toledo y Sevilla, entre otras, aunque también robaban a particulares que se encontraban en las inmediaciones. En lo que va de año se han embolsado alrededor de 123.000 euros, según la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental.
La investigación comenzó a principios de este año a raíz del aumento de denuncias por parte de varias sucursales bancarias en Sevilla, y de particulares que habían sufrido hurtos al descuido. A la hora de actuar cada uno cumplía un rol, se desplazaban desde Madrid al resto de provincias de la geografía española. Fueron objeto de hurto entre otras Santander, Albacete, Navarra, Almería, Málaga, Murcia, León, Toledo, Sevilla y Madrid.
Los tres detenidos, todos de nacionalidad venezonalana, sustraían el dinero a particulares en los alrededores del banco tras un pequeño seguimiento, y nunca eran cantidades inferiores a 4.000 euros. Además estan acusados de robo en una joyería en El Ejido (Almería) de la que llegaron a llevarse numerosas piezas de gran valor (70.000 euros). Durante el año 2006 se han embolsado unos 123.000 euros. Todos sus hurtos los cometían con "sorprendente habilidad", según la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental. La Operación, denominada 'Aquiles', se ha saldado con la detención de una de las principales bandas de "cogoteros" de nuestro país, según las mismas fuentes.
Los detenidos, una mujer sin antecedentes policiales y dos hombres con 10 y 19 delitos por hurto a sus espaldas, se encontraban en situación de estancia irregular en España. Una vez tramitadas las diligencias policiales, los tres sospechosos serán puestos a disposición judicial.
SE REPARTÍAN LOS ROLES
Según fuentes policiales, los miembros de esta banda nunca cometían robos con violencia, actuaban en equipo y cada uno de ellos tenían un rol asignado, según la zona de actuación y el tipo de víctima. Robaban en sucursales bancarias y a particulares pero con distinto modus operandi.
Los hurtos a entidades bancarias consistían en maniobras de distracción. Mientras dos de ellos entretenían a los empleados fingiendo que su tajeta esta bloquedada en el cajero, un tercero entraba en la oficina bancaria y, sin levantar sospechas, sustraía los sobres con dinero en efectivo del mostrador, e incluso bolsas enteras de las cajas de seguridad.
Cuando cometían hurtos a particulares, utilizaban el 'procedimiento de la siembra, la mancha o el pinchazo'. Tres métodos en los que lo básico para que salgan bien es el descuido de las víctimas. Los detenidos seleccionaban a las personas dentro de las propias sucursales, y una vez en el exterior les robaban mediante el engaño. Por un lado, dejaban caer billetes al suelo y hacían creer a sus víctimas que eran suyos, y cuando éstas se agachaban a por el dinero les robaban todo. El segundo método, el de la mancha, consistía en manchar a su víctimas y ofrecerse para limpiarles. Y por último el método del pinchazo, en el que como su propio nombre indica, fingían un pinchazo en el vehículo de la víctima.