Actualizado 06/11/2006 16:29

Crónica Empresas.- Las empresas españolas cambian de precios cada once meses

- Una de cada cinco empresas españolas no puede hacer una política de precios autónoma

MADRID, 6 Nov. (OTR/PRESS) -

Las etiquetas apenas duran en los productos españoles once meses. Ese el tiempo medio en el cual las empresas españolas cambian sus precios realizando modificaciones más rapidas en el caso de que se vean especialmente presionadas por la competencia. Según las conclusiones del último Boletín Económico del Banco de España, una de cada cinco empresas españolas no tiene una política de precios autónoma, ya que establece el valor de sus productos o servicios de acuerdo con las directrices de organismos públicos o las exigencias de sus principales clientes,

Las empresas españolas cambian sus precios, de media, cada once meses, cifra inferior al promedio de la zona euro (doce meses) y superior a los nueve meses que presenta Estados Unidos, lo que, según el Banco de España, pone de manifiesto la "mayor rigidez de precios" de las economías europeas.

La institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez asegura que cuanto más intensa es la competencia, mayor es la frecuencia en la que las empresas revisan sus precios. Así, en sectores poco competitivos, el porcentaje de empresas españolas que revisan sus precios al menos doce veces por año es del 3%, mientras que en sectores sometidos a una elevada competencia esta cifra repunta al 10%. En el área euro, estos datos ascienden, respectivamente, al 21% y al 29%.

De todo ello se obtiene que las empresas españolas que operan en entornos muy competitivos mantienen sus precios inalterados un promedio de 10 meses, mientras que en sectores poco competitivos la duración media alcanza los 12 meses (en el área euro, la media es de 11 meses en el primer caso y de 13 meses en el segundo).

ENTORNO COMPETITIVO

Las empresas españolas sufren el problema de una ausencia de política autónoma de fijación de precios (21%) en mayor medida que las que actúan en los países de la zona euro, donde el 18,7% no puede fijar sus precios libremente. Además, poco más de la mitad del tejido empresarial español (51,9%) determina el precio estableciendo un margen de beneficio sobre el coste del producto o servicio, mientras que el 26,6% lo fija en función de lo establecido por sus competidores.

En España, el 61% de las empresas que desarrollan su actividad en mercados poco competitivos emplean reglas de márgenes, porcentaje que desciende hasta el 44% en el caso de las compañías sometidas a una fuerte competencia.

Para el Banco de España, las estrategias de fijación de precios de las compañías más competitivas conllevan una mayor capacidad de reacción ante perturbaciones de diverso origen, lo que "propicia, en última instancia, una asignación más adecuada de los recursos de la economía". Por ello, subraya la importancia de incrementar la competencia para avanzar en la "flexibilidad de los mercados de bienes y, todavía en mayor medida, de servicios".

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