Actualizado 07/05/2007 21:13

Crónica Espacio.- Las mujeres a las que la NASA no permitió pilotar en los 60 serán ahora condecoradas como doctoras

- Tras ser adiestradas en secreto, no pudieron convertirse en astronautas por razón de sexo

WASHINGTON, 7 May. (OTR/PRESS) -

En la década de los 60, trece mujeres estadounidenses lucharon por poder pilotar algún día una nave espacial de la NASA y para ello fueron preparadas en secreto por la Agencia espacial norteamericana. Sin embargo, días antes de comenzar con los simuladores de vuelo, las trece fueron avisadas de que tenían que marcharse. Sin motivo aparente, todo el trabajo y las ilusiones de las 13 jóvenes acabaron de repente. La NASA les comunicó que ya no estaban interesados en su entrenamiento como pilotos espaciales y es que, preferían hombres para sus misiones reales.

Las mujeres ya habían superado pruebas como el aislamiento sensorial y tests midiendo cuál era su capacidad para mantener su cuerpo sumergido en agua casi congelada. Las mismas pruebas que también superaron los 7 hombres que finalmente tripularon el 'Mercury 7', hoy mucho más conocidos que ellas. Sin embargo, la Universidad de Wisconsin sí parece acordarse de la hazaña de estas jóvenes que consiguieron hacerse un hueco entre los hombres en una época en la que la mujer estaba prácticamente relegada al trabajo en el hogar y al cuidado de su familia. Así, esta universidad otorgará a cada una un doctorado honorífico en una ceremonia de graduación que se celebrará el próximo sábado.

Después de más de 40 años, parece que el sacrificio de aquel grupo va a tener su recompensa, aunque no sea la de salir al espacio como ellas hubieran deseado. Muchas de ellas son ahora octogenarias como Beatrice Steadman, de 80 años que afirma que "lo deseaba tanto que prácticamente lo saboreaba" refiriéndose a aquel posible viaje espacial, asimismo afirma que cuando fueron avisadas de que quedaban fuera de cualquier programa "creo que todas quisimos pegar a alguien".

Desde la NASA se afirma que actualmente hay 25 mujeres astronautas y refiriéndose a las trece que fueron apartadas de su sueño, Nicole Cloutier, una portavoz de la NASA, asegura que hoy en día ya no trabaja nadie de aquella época en la agencia, por lo que no pueden hacer comentarios. Sin embargo, George Low, director de misiones espaciales en los 60, señaló por aquel entonces que las mujeres no tenían la suficiente preparación militar como pilotos y que dejarlas usar el equipo de entrenamiento hacía "perder tiempo de los hombres", hombres que según Low eran "más que suficientes" para cubrir esas plazas, sin necesidad de que lo hicieran mujeres.

POSIBLES ASTRONAUTAS Y FUTURAS DOCTORAS

La idea de condecorarlas surgió de una profesora de la Universidad de Wisconsin, Jane Wypiszynski, que en 2005, después de haber leído el libro de Martha Ackmann :'Mercury 13: La verdadera historia de 13 mujeres y su sueño de volar al espacio", sugirió a sus alumnos de primer año leer el libro. Después de su lectura, los estudiantes quedaron impresionados, "no podían creer que hubiera una época en la que la mujer no podía volar al espacio", señaló Wypiszynski.

Inspirada por aquellas mujeres y por sus alumnos, Wypiszynski, instó al rector, Rick Wells y a la universidad, a condecorar a las 13 con doctorados honoríficos. "Ellas fueron las pioneras. Fueron bonitos modelos en los que las mujeres se deben fijar". Así definió Susannah Sandrin, directora del programa de Ciencia y Mujer de la misma universidad, el esfuerzo que realizaron para "romper los estereotipos de lo que las mujeres pueden hacer".

Rhea Woltman, otra de las 13, consiguió alcanzar su sueño parcialmente, ya que después de salir del programa de la NASA, fue piloto de vuelos charter, aun que cree que no merece un doctorado por ello. "Preferiría haber podido volar por el espacio, pero eso no sucedió. Esto es lo siguiente mejor. Lo cogeré", señaló refiriéndose a la condecoración.

Para hacerse una idea de los difícil que fue llegar hasta ahí para estas 13 mujeres Jerri Truhill, una integrante del grupo, recordó cómo con tan sólo 4 años, tras volar por primera vez, le comunicó a su padre que ella quería ser piloto, a lo que él contestó: "Si trabajas duro, a lo mejor llegarás a ser azafata". Por este tipo de actitud, Truhill señaló que " ahora no es posible entender cómo era la posición del hombre en aquellos días. Nosotras pasamos por encima de egos gigantes".

Los tiempos han cambiado y eso lo saben estas trece ancianas que hoy recuerdan a las jóvenes que "ahora es su turno porque hoy en día tienen todos los adelantos del mundo". Progresos que se han conseguido gracias al esfuerzo de mujeres como ellas.