Actualizado 17/11/2006 22:56

Crónica Gente.- Suri Cruise Holmes se deja ver por segunda vez en vísperas de la boda de sus papás

MADRID 17 Nov. (OTR/PRESS) -

En vísperas de la boda de Tom Cruise y Katie Holmes mañana, el acontecimiento ya está dejando suculentas imágenes. La pareja celebró la noche del jueves una cena de gala para sus invitados en el restaurante Nino, en la que se pudo ver a Suri, la hija de ambos, que cumplirá mañana siete meses, convertida en un rollizo bebé.

Las únicas y últimas imágenes de la niña son de hace cuatro meses, cuando sus papás por fin decidieron presentarla en la revista 'Vanity Fair' en medio de una cierta polémica sobre su existencia. La niña llegó al restaurante en brazos de su papá con un vestido en color beige, muy elegante.

El que también está visiblemente más voluminoso es Tom Cruise, cuya imagen confirma los rumores de los últimos días en torno a la necesidad de retocarle el traje de Armani que lucirá mañana. El actor, radiante, sin duda ha cogido algunos kilillos, que hay que decir no obstante que todavía se puede permitir. Katie Holmes, a su lado, vestía una camisa de raso en color champán con un amplio volante alrededor del cuello y una falda blanca.

Otra de las imágenes de ayer es la de Jennifer López, con un vestido en color pistacho que dejaba un hombro al descubierto, que llegó de la mano de su marido Marc Anthony, con traje blanco. Hoy llegaron al aeropuerto de Ciampino David y Victoria Beckham, con su inevitable halo de "fashion victims" que a veces les hace rozar el ridículo.

LOS BECKHAM, EN ROMA

Ella bajó del avión perfectamente maquillada y peinada y vestida con una blusa abotonada hasta el cuello y una estrechísima falda de tubo (ideal para viajar), mientras que él escogió vaqueros y una chaqueta de lana con grandes estampados que, si no fuera por que se trata del astro del fútbol, no habría duda de que alguien con tres tallas más se la había prestado. Muchísimo más natural fue Will Smith, que hoy llegó a Roma, muy afable. Su mujer está en la capital italiana desde ayer y acudió a la cena de gala.

Además, a medida que se aproxima el gran día se van conociendo más detalles de la organización del evento, que ha corrido a cargo del equipo de Giorgio Armani y que se dice costará en torno a un millón y medio de euros. Muchos de los invitados se alojan en el lujoso hotel Hassler y se dice que el actor ha alquilado en torno a 300 limosinas para trasladarlos al pueblo de Bracciano, donde se celebrará el enlace.

En la pequeña localidad romana tampoco están desperdiciando la ocasión que llevará a cientos de periodistas y curiosos a sus calles. El Ayuntamiento, al más puro estilo italiano, ha alquilado por mil euros cada una de las ventanas de un edificio municipal que dan al castillo de Odescalchi donde se casará la pareja y además cobrará 100 euros a los fotógrafos por permitirles estar en las inmediaciones del lugar.

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