Actualizado 03/12/2006 22:51

Crónica Internacional.- Un infarto pone al ex dictador chileno Augusto Pinochet al borde la muerte

-"Está en las manos de Dios", afirma uno de los hijos del militar que hace una semana cumplió 91 años y estaba bajo arresto domiciliario

SANTIAGO DE CHILE, 3 Dic. (OTR/PRESS) -

Un infarto de miocardio ha puesto al borde de la muerte al ex dictador chileno Augusto Pinochet. El que durante 17 años fuera jefe de Estado chileno ya ha recibido la unción de enfermos de parte del capellán del Hospital Militar de Santiago, donde se encuentra ingresado desde la pasada madrugada tras sufrir un infarto de miocardio y un edema pulmonar que lo mantienen "grave, pero estable", según el último parte médico. En el momento de sufrir el infarto, Pinochet se encontraba bajo arresto domiciliario por orden del juez que investiga el arresto, secuestro y desaparición de dos ex escoltas del derrocado presidente Salvador Allende, en 1973. "Está en las manos de Dios", afirmó el menor de sus hijos varones, Marco Antonio Pinochet.

La gravedad del infarto del ex dictador hizo necesario realizar una nueva intervención -una operación de 'by-pass'- ya que la angioplastia realizada de urgencia nada más llegar al hospital no ha repuesto el flujo sanguíneo necesario. La familia del ex dictador, tras algunas horas de análisis, se vio obligada a firmar un documento en el que autorizó la operación, debido a su peligrosidad.

Pero pese al alto riesgo que entraña, esta parece la única posibilidad de que el militar pueda superar la crisis cardíaca y respiratoria que padece, aunque los médicos no aseguran que tras la operación su estado pueda mejorar.

El ex dictador no ha recibido todavía la extremaunción -rito católico reservado para quienes se encuentran al borde de la muerte-, tal como trascendió en un primer momento, sino un sacramento que busca la mejoría de quienes ven afectada su salud. A las puertas del hospital se concentraron cerca de un centenar de partidarios de Pinochet que portan pancartas y que, en medio de llantos y algunos cánticos alusivos a la dictadura, esperan noticias del que para ellos es un auténtico héroe.

Pinochet tiene un más que complejo cuadro clínico en el que aparecen más de 12 dolencias, entre las que se cuentan diabetes, hipertensión arterial y la demencia subcortical en grado leve a moderado que le ha permitido sortear con éxito los casos judiciales a los que se ha visto enfrentado por acusaciones de violaciones a los derechos humanos.

17 AÑOS DE BARBARIE

Augusto José Ramón Pinochet Ugarte fue el hombre que dirigió Chile durante 17 años, después de derrocar a Allende en un golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973 y quien ostentó los cargos de jefe supremo de la Nación y senador vitalicio en el Parlamento chileno. Pinochet lideró la junta militar que protagonizó una de las más extensas dictaduras militares del Cono Sur, y que, según han consignado estudios locales y de organismos internacionales, dejó más de 3.500 detenidos desaparecidos, 10.000 muertos por violaciones a los derechos humanos y al menos 300 mil víctimas de torturas y otros actos ilegítimos.

En "el final de sus días", como él mismo definió el período actual la semana pasada, cuando cumplió 91 años, el ex dictador enfrenta siete desafueros y casi 300 querellas en su contra por casos de violaciones a los derechos humanos. Según las leyes chilenas, estos casos no morirán con Pinochet, sino que seguirán siendo investigados por los tribunales tras la desaparición del militar.

Pinochet ha sido privado siete veces de su inmunidad judicial por los tribunales chilenos, el hito de los procesos a los que hasta ahora se ha enfrentado fue el arresto de 503 días vivió en Londres entre el 16 de octubre de 1998 y el 3 de marzo de 2000, en virtud de la causa que sigue en su contra el juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, que lo persigue judicialmente bajo acusaciones de genocidio.

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