- La sentencia recuerda que la denuncia fue por advertirles ante su conducta "inmoral" y amenazarles, y no por homofobia
SEVILLA, 27 Oct. (OTR/PRESS) -
El dueño del bar de Sevilla que expulsó el sábado a una pareja de homosexuales por besarse ante el resto de la clientela en el interior del local ha sido absuelto por el juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla. El juez entiende que no se trata de una actitud homófoba puesto que la pareja no denunció que les echaran por su condición de homosexuales sino que les dijera que era una inmoralidad que se estuvieran besando con pasión.
Los hechos sucedieron el pasado sábado sobre las 9.00 horas en el bar JH de la calle Feria de Sevilla cuando, según la pareja, J.Y.C. les recriminó que se dieran un beso en su establecimiento y al pedirle la hoja de reclamaciones éste se negó hasta que llegar la Policía. Los jóvenes entonces llamaron a la Policía Nacional y según la versión de la pareja, el hombre les amenazó con una barra de hierro.
Tras ser denunciado, en su declaración el dueño del bar reconoció que había llamado la atención a los chicos por estar besándose "desenfrenadamente y apasionadamente", aunque negó que les hubiera amenazado, un extremo que confirmaron además otros dos testigos.
La sentencia ha absuelto al hombre ya que el juez ha aplicado el 'in dubio pro reo' -presunción de inocencia del denunciado- al considerar que no están acreditados los hechos denunciados y que las declaraciones de los testigos de ambas partes son igual de creíbles.
INMORALIDAD
Además el texto estima que no se trata de una actitud homófoba ya que la pareja no denunció que el dueño del local les echara por su homosexualidad sino que les dijera que era una inmoralidad que se estuvieran besando con pasión y que les amenazó con una barrera de hierro.
Aunque el fallo es recurrible, el presidente de la Federación Andaluza Colega, David Cedeño, anunció que no va a continuar con el proceso puesto que han conseguido su objetivo, que era denunciarlo públicamente. Cedeño cree que la pareja debería haber solicitado un delito en lugar de una falta para haber logrado una sentencia ejemplar para que estas situaciones no vuelvan a repetirse. No obstante, recordó que su intención en ningún momento era hundir al dueño del local.