Actualizado 06/11/2006 20:20

Crónica Juicio(2).- Cuarenta años de cárcel para el mosso que mató a su mujer y su suegra y culpó a unos falsos ladrones

- La defensa se conformaba con 30 años de prisión

BARCELONA, 6 Nov. (OTR/PRESS) -

Veredicto de culpabilidad para el mosso d'Esquadra que apuñaló a su mujer y a su suegra causándoles la muerte en su propia casa, en 2004. La sentencia condena a 40 años de prisión a José Luis R.B, después de que el tribunal popular le declarase culpable por dos delitos de asesinato con alevosía. Se le ha impuesto la pena que pedía la Fiscalía y la acusación particular, mientras que la defensa solicitaba 30 años de cárcel. El condenado, tras el asesinato, intentó simular un robo en su domicilio de Lliçà de Vall (Barcelona) para evitar cualquier sospecha sobre él.

El jurado consideró que la coartada del José Luis no era válida ya que contradecía las declaraciones de varios testigos. El condenado aseguró que salió de casa antes de que se cometieran los hechos y que permaneció más o menos una hora en la vivienda donde tenía previsto mudarse junto a su familia: su mujer y sus dos hijas. Los vecinos declararon que a esa hora estaban su coche y el de su mujer aparcados en la puerta del domicilio.

La sentencia cree probado el hecho de que José Luis apuñalara a su suegra y su mujer en su propia casa. Además dice que despúes revolvió el comedor y una habitación, rompió un cristal, esparció joyas por la terraza, etc. Todo para simular un robo y no levantar sospechas sobre él.

El tribunal aceptó un agravante por haber matado a las dos con alevosía. Atacó a sus víctimas de forma inesperada para impedir que pudieran defenderse, sin embargo, el jurado cree que no se ensañó con ellas, ya que hirió a las dos en un espacio corto de tiempo porque los cadáveres no mostraban signos de haber agonizado. Eso sí, las puñaladas iban casi todas dirigidas a los órganos vitales, algo que valió al jurado para saber que su fin era matarlas y de forma rápida.

Las víctimas, Silvia C.A de 32 años y María Engracia A.V de 54, no se esperaban lo que les pasó. Las 13 y 17 puñaladas respectivamente les vinieron de forma repentina sin que les diera ni siquiera tiempo a poner resistencia hacia su agresor.

UNA DE LAS CLAVES: SU RELOJ

El veredicto del jurado asegura que "hay muchos indicios pero ninguna prueba" contra José Luis, algo que les hace pensar más que está implicado en los asesinatos. Uno de los principales indicios que apuntan a su culpabilidad, según el tribunal popular, es un reloj de su pertenencia que encontró la policía debajo de la pierna de su mujer en el escenario del crimen. El condenado explicó que esa misma mañana se lo había quitado para lavar los platos y olvidó ponérselo al salir de casa. Sin embargo, el jurado señaló que el reloj tenía un defecto en su cierre y que se abría con facilidad. A su juicio, si se encontró el reloj debajo del cadáver de Silvia fue porque su asesino "arratró, movió o manipuló" su cuerpo y se le debió caer.

La reacción que tuvo José Luis en un primer momento, tampoco le gustó al tribunal popular. Él aseguró que en el momento de llegar a su casa pensó que las víctimas se habían desmayado, mientras los testigos aseguran que fue "frío" en un momento supuestamente tan duro para él.

La situación de las joyas que había esparcidas en la terraza también fue determinante para el veredicto final del jurado. La sentencia concluye que José Luis R.B era la única persona que estaba en casa y que mató a su suegra porque le sorprendió, tras matar a su esposa, revolviendo la casa para simular que habían entrado unos asaltantes y pasar desapercibido en la investigación.

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