- Advierte que la economía española podría seguir perdiendo competitividad si no se abordan reformas estructurales
MADRID, 28 Nov. (OTR/PRESS) -
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha dibujado un escenario bastante favorable en las económicas mundiales para los próximos meses. Así considera que los países desarrollados mantendrán un ritmo de crecimiento del 3,2% para este año a pesar de la desaceleración de Estados Unidos. La economía española será uno de las principales motores de este crecimiento que se prevé del 3,7% para este año y del 3,3% para el que viene. No obstante la organización internacional insta a las autoridades nacionales a abordar cuanto antes reformas estructurales para no seguir perdiendo competitividad.
La OCDE ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para España, hasta el 3,7% en 2006 y al 3,3% en 2007, y mantiene la estimación del 3,1% en 2008. De esta forma la economía española crecerá hasta 2008 por encima de la zona euro, donde la OCDE prevé una horquilla de crecimiento de entre el 2,6% y 2,3%, según las perspectivas de la organización en su informe semestral.
La previsión de la OCDE para este año es una décima inferior a la estimación realizada la pasada semana por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero supone cuatro décimas más que lo que preveía la propia OCDE hace seis meses. Para 2007, la OCDE sitúa el crecimiento en España en el 3,3%, tres décimas por encima de lo que había estimado en su informe primaveral.
La organización internacional asegura que el patrón actual de crecimiento español es algo más equilibrado que en el semestre anterior pero advirtió que la economía española seguiría perdiendo competitividad si no se abordan reformas estructurales y se flexibilizan los acuerdos salariales. Además advirtió que el fuerte incremento de los precios de la vivienda seguirá siendo uno de los principales factores de riesgo para la economía española.
REFORMAS ESTRUCTURALES
La OCDE asegura que el crecimiento sólido esperado para la economía española debería permitir lograr un superávit de entre el 1,2% y el 1,4% del PIB en los próximos dos años y reducir la tasa de paro al 7,6% de la población activa en 2008 frente al 8,4% previsto este año. No obstante, el organismo internacional asegura que no espera una reducción significativa del diferencial de inflación con la eurozona en los próximos años.
Por ello consideró necesario llevar a cabo reformas estructurales en sectores protegidos y un uso menos frecuente de la revalorización automática de los salarios en función de la inflación para evitar nuevos deterioros de la competitividad de las empresas.
Por último, la organización internacional recomendó una política fiscal más restrictiva, y criticó de forma implícita las rebajas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y del Impuesto de Sociedades, previstos para 2007. En este contexto advierte que una política presupuestaria más restrictiva sería útil para poder preparar al país para las consecuencias presupuestarias del envejecimiento de la población.