- Los nuevos estados miembros reciben importantes inversiones por parte de los fabricantes
MADRID, 22 Nov. (OTR/PRESS) -
El mercado de la automoción de la Europa Occidental se encuentra bajo presión. Los nuevos miembros de la Unión Europea impulsan con fuerza un sector afectado en los últimos años por la deslocalización y el abaratamiento de la mano de obra y han provocado que en los últimos cinco años se hayan destruido más de 78.000 empleos en la zona occidental de Europa. Los fabricantes de automóviles invierten más en los nuevos estados miembros lo que se traduce en un incremento del número de personas empleadas y como consiguiente una mayor productividad.
A principios de la década de los noventa, el comienzo del proceso de democratización en Europa central y del Este coincidió con la recesión de Europa occidental. La reubicación de las plantas de producción de coches en las nuevas regiones emergentes se convirtieron en una excelente oportunidad para mantener las tasas de rentabilidad, tanto reduciendo los costes de producción como captando nuevos mercados.
Esto ha provocado el cierre total o parcial de firmas en determinados países para buscar otros emplazamientos con menos costes, con la consiguiente destrucción de empleo en la zona. El descenso del volumen de empleo en el sector de la automoción de la Europa occidental ha venido acompañada de un aumento de la cuota de mercado de los países de Este, en especial la República Checa y Polonia, que se han convertido en los dos países europeos con una industria automovilística más floreciente. Y Rumania, por ejemplo, donde la producción ha crecido el 76,5% en el 2005.
En gran medida esta deslocalización ha venido motivada por el abaratamiento de la mano de obra. Así, mientras que el coste laboral por empleado y mes en Lituania es de 458,7 euros, en España esa cifra alcanza los 2.249,3 euros y supera los tres mil euros en el resto de países de la Europa occidental, como Francia, Austria, Holanda, Alemania y Dinamarca.
REEORGANIZACION DE EMPLEOS
En el conjunto de la Unión Europea la industria automovilística da empleo a 2,21 millones de personas, un volumen similar al registrado cinco años atrás, representando este sector el 6,7% del empleo industrial de la Unión Europea. De este volumen total, poco más de 1,9 millones de trabajadores se encuentran en la Europa occidental lo que supone una reducción del 4% respecto a lo existente en el ejercicio de 2000.
Este descenso del volumen de empleados ha sido especialmente gravoso durante el último quinquenio en el cual Europa Occidental ha perdido cerca de 78.000 puestos de trabajo, en contraste con la evolución positiva de 82.000 trabajadores más de los nuevos miembros de la Unión Europea, según datos del último informe económico de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea).
Este descenso en el volumen de empleo en Europa occidental ha afectado a los cinco principales países productores: Alemania, Francia, España, Italia y Reino Unido. En el caso de Gran Bretaña, la industria de automoción ha destruido 51.000 empleos entre el año 2000 y el 2005.
Por el contrario, los nuevos Estados miembros de la UE disponían de 317.684 trabajadores en sus empresas de automoción en 2005, lo que se traduce en un incremento del 34,7% respecto a las 235.826 personas empleadas en este sector en 2000.
Según la patronal europea de constructores de automóviles, esta disminución del nivel de empleo en la Europa Occidental se explica por los "significativos esfuerzos de reestructuración" que se están llevando a cabo en la región y que movilizan a trabajadores a zonas del este. Acea justifica que el crecimiento del empleo en la automoción en los nuevos miembros de la Unión al fuerte esfuerzo inversor de los fabricantes de automóviles en la región.