Actualizado 11/12/2006 20:32

Crónica Pinochet.- Garzón lamenta no haber llegado a tiempo de "rematar la acción" de la Justicia contra Pinochet

- El Gobierno no se "alegra" por la muerte de nadie, pero asegura que "la Historia juzgará" a este "personaje funesto"

MADRID, 11 Dic. (OTR/PRESS) -

A la muerte del ex dictador chileno Augusto Pinochet, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, sólo lamenta que la Justicia no haya llegado a tiempo de "rematar su acción" y el tirano no haya pagado por sus crímenes contra la Humanidad. La muerte por un fallo cardiaco le ha permitido esquivar a los tribunales y que "las víctimas tengan la reparación y la justicia de una sentencia", explicó hoy Garzón. Mientras, el Gobierno no se "alegra" por la muerte del dictador, porque nadie se alegra de la muerte de alguien, pero señaló que "la Historia juzgará" a este "personaje funesto".

El primer pensamiento de Garzón al conocer la noticia de la muerte de Pinochet fue "el recuerdo para tantas víctimas, miles, de torturas y desaparecidos". Actualmente, el juez de la Audiencia Nacional estaba pendiente de que la Justicia chilena le concediera una "vista" para imputar a Pinochet "por asuntos económicos". Garzón intentó sentar en el banquillo de los acusados al dictador en 1998, cuando ordenó su detención por genocidio y torturas, aunque finalmente salió airoso.

En declaraciones a Punto Radio, el magistrado explicó que el principio de Justicia Penal Universal "se aplica por igual a todos los que hayan violado de forma sistemática y cometido crímenes de lesa humanidad y genocidio y que no quieran ser juzgados en sus respectivos países". Por ello, lamentó que la Justicia no haya llegado a tiempo "de rematar su acción" contra Pinochet que fallece "sin que se haya dictado una sentencia condenatorioa por los crímenes que le fueron imputados".

Eso ha impedido que "las víctimas tengan la reparación y la justicia de una sentencia", señaló Garzón, aunque añadió que "la justicia ha hecho en los últimos ocho años un trabajo importante tanto en Chile como fuera". Así, explicó que las numerosas causas abiertas contra Pinochet han permitido al menos "una reparación parcial a las víctimas", lo que consideró un ejemplo "de lo que puede hacer la Justicia cuando actúa sin fronteras".

PERSONAJE FUNESTO

Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló que ha desaparecido "un personaje funesto", aunque precisó que no se "alegra" por su muerte, porque nadie se alegra de la muerte de alguien. Mientras Rubalcaba recordó su primer día de 'mili', fecha que coincidió con el golpe de Estado contra el Gobierno democrático de Salvador Allende (1973) el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, lamentó que "la Justicia no lo vaya a juzgar estando vivo, pero la Historia le juzgará y será ella la que dictará sentencia".

Mientras, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, no dejó escapar la oportunidad de criticar al Gobierno de José María Aznar por no hacer nada para facilitar el juicio a Pinochet. Además, consideró "sorprendente" que el PP se presente ahora como defensor de la justicia y la libertad en Chile y reivindique la memoria histórica de las víctimas y se la nieguen a las del franquismo. "Ha muerto un enemigo de la libertad", proclamó Blanco, considerando que Pinochet ha encarnado "todo lo que repugna" a las conciencias civilizadas.

Por otro lado, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, y el portavoz de ICV en el Congreso, Joan Herrera, -cuyos partidos forman coalición en la Cámara Baja- aprovecharon para reclamar que no se permita la misma impunidad para el franquismo con la que ahora muere Pinochet. "Los mismos que hemos promovido la persecución internacional de los crímenes contra la humanidad en el caso chileno, no podemos, en el caso español, tapar las gravísimas responsabilidades del franquismo y reconocerle su impunidad", sentenció Llamazares.

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