MADRID 12 Ago. (OTR/PRESS) -
Galicia continúa ardiendo desde hace cuatro días. Los fuegos que asolan el sur de la comunidad han arrasado ya 6.000 hectáreas de montes de pinos y eucaliptos y han tenido que ser desalojados más de 2.500 personas hasta el momento.
Preocupa especialmente el incendio en la localidad pontevedresa de Argo, el más virulento de todos. Amenaza gravemente a las viviendas, avanza descontrolado por ambos flancos del monte y ha obligado a cortar la carretera nacional 400 entre Argo y Villar de Acevedo y el tráfico ferroviario entre Vigo y Orense.
El fuego ilumina el cielo en Galicia y no las perseidas, como en el resto del país. Cuatro de los incendios que comenzaron el pasado lunes siguen estando descontrolado y los efectivos no dan abasto para sofocarlos.
INCENDIOS PROVOCADOS
Los fuegos se han visto favorecidos por los fuertes vientos y las altas temperaturas y por la clara intencionalidad de los mismos. La mayor parte de los incendios apuntan a una clara intencionalidad, aunque hasta la fecha la Guardia Civil no ha logrado detener a ninguno de estos pirómanos.
Se han encontrado dos artefactos incendiarios destinados a incrementar la intensidad y virulencia de las llamas. Extraña además que los fuegos comiencen en todas las ocasiones en lugares cercanos a núcleos de población, en momento en los que el viento es más intenso y lo que es aún más evidente: con varios focos de manera simultánea.
Un vecino de la localidad de Argos logró grabar el comienzo del incendio que devora Pontevedra. Con su teléfono móvil consigue constatar como en pocos segundos se van incendiando puntos del monte, de abajo a arriba hasta llegar a la cumbre. Los vecinos exigen detenciones y penas de cárcel para estos incendiarios que destrozan el medio ambiente, ponen en peligro vidas humanas y las viviendas de cientos de personas que contienen estos días el aliento para que las llamas no devoren sus casas.
MÁS DE 6.000 HECTÁREAS ARRASADAS
En Galicia han ardido ya 6.000 hectáreas sólo en los últimos cuatro días, lo que supone la mitad de todas las hectáreas calcinadas en la comunidad gallega durante el año anterior.
Preocupa la cercanía del fuego a las viviendas en Argo. Los vecinos que se han quedado allí para colaborar con los equipos de extinción corren el riego de quedar sitiados y atrapados por las llamas. La lengua de fuego en la localidad pontevedresa avanza por ambos lados del monte y la Unidad Militar de Emergencia, los vecinos y los equipos de extinción gallegos luchan sin descanso para controlar el incendio y evitar que las llamas devoren las viviendas.
Las temperaturas no van a ayudar a los equipos de extinción. Se prevé un día caluroso en la comunidad gallega que siga complicando a los vecinos y arrasando parte de esos montes pulmones de la península ibérica.