Actualizado 07/11/2007 01:00

Agustín Jiménez.- Más primos

MADRID 7 Nov. (OTR/PRESS) -

El presidente Sarkozy llegó a Madrid a las 9 menos cinco. A punto para el telediario, que en España es una hora más tarde que en Francia. A estas horas no hace falta demostrar que Sarko es más osado que ningún otro mandamás y de que presume con más eficacia: demasiado para su oposición socialista, amarilla de envidia. La oposición española, de la misma cuerda del recién divorciado, no podía criticar al francohúngaro. Así que arreó contra el presidente de España, que sigue sin dejar gobernar a la oposición. Un opositor especialmente dotado para largar tonterías con mala intención declaró sentirse humillado porque un francés (le faltó añadir "un gabacho") hubiera rescatado a cuatro azafatas nacionales; luego se armó un lío porque no quería dejar de presumir de que el gabacho fuera amigo suyo (o él del gabacho).

Dicho opositor inició su carrera de hazañas bélicas conquistando un islote marroquí frente a un impávido rebaño de cabras feroces. Recabó ayuda para ello de un ministro del Opus y de un primo americano muy bruto, el mismo primo que, con éxito total, le contó la patraña de las armas de destrucción masiva. Es un tipo desconfiado pero tiene suficiente fe para ver a un burro volando. Un 11 de marzo, el susodicho, que ya había cogido carrerilla, tomó por primos a todos los españoles. Lo echaron, claro. Le parece fatal que un francés arregle un problema de españoles. Estuvo en la política nacional nacionalista, no cree en la bondad humana y se le atraganta lo de que los europeos se ayuden unos a otros y esas cosas.

Superado el incidente de las cabras, los marroquíes volvieron a ser nuestros hermanos. Hermanos sí, pero no primos, a tenor de lo que han jaleado con la visita de los reyes. "No corráis, que es peor" -nos tranquiliza el ministro de Exteriores-. Sin embargo, en círculos próximos al opositor del párrafo anterior se arroja leña. ¿Si será verdad que el gobierno actual no se entera? Pero es lo bonito de España. Todo el mundo conoce las razones profundas de las cosas y por eso nadie las expone. Somos, como diría también el otro, un país de "autores intelectuales".

A quien de verdad le crecen los primos, es al primo americano. Ahora mismo no sabe qué hacer con el primo turco ni con el primo paquistaní, lo que tiene mérito en el régimen imperial que más problemas ha inventado de la historia de Estados Unidos. A los turcos se les necesita pero ellos creen que no es por su valía sino sólo porque están en medio. Los chinos han vuelto al candelero, los indios también, los árabes están ahí porfiando, los persas esperan su momento (que puede llegar si se perpetúa en su sillón el idiota primo americano), los turcos sueñan con reeditar su gloria pasada. Gloria que nunca se ha reconocido a Pakistán, un país raro surgido de la densidad de población, el resentimiento religioso y la falta de imaginación. Manda Musharraf, que, para mandar mejor, se pone ese traje sin cuello y con botones que parecen de sotana. Nadie lo quiere. Era muy primo de Bush, que hacía con él tantos negocios como con Bin Laden...

Agustín Jiménez.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes