Actualizado 19/04/2011 14:00

Andrés Aberasturi.- ¿Y si un día decimos que España no es España?

MADRID 19 Abr. (OTR/PRESS) -

Tanto repetir que España no es Grecia ni Irlanda ni Portugal, que al final le vamos a coger gusto a la frase y nos vamos a sorprender cualquier mañana afirmando muy sobrados que España no es España. Esto lo digo sin ánimo de asustar a nadie y con la casi convicción de que no va a ocurrir nunca porque, entre otras cosas, el rescate de nuestro país le costaría tal dineral a Europa que resulta mucho más barato salvar nuestra economía con disimulo y por los laterales que yendo de frente y por la ventanilla oficial en la que ya espera turno Portugal. Y no sólo eso; sin conocer de verdad las grandes cifras (¿alguien las conoce?) parece descartable, de entrada, que España llegue a la bancarrota y menos aun cuando países como Alemania han empezado a crecer y lo peor de la crisis dicen que ha pasado. Es el tiempo de la recuperación y en eso parece que todos están de acuerdo: nosotros tardaremos bastantes más años que otros en volver a una cierta normalidad.

El problema es por tanto cómo pasar estos años dando por hecho la no quiebra del Estado. Porque las últimas noticias no resultan demasiado alentadoras: sube la morosidad, sube el precio del dinero, colocar la deuda nos cuesta otra vez demasiado y hasta el ministro de la cosa admite que se pueden llegar a los cinco millones de parados, lo cual quiere decir que los que auguran que la cifra podría ser bastante mayor, no van desencaminados. Frente a este panorama no sirve un poco de agua oxigenada y una tirita; aquí o abrimos casi en canal y nos mojamos todos o la infección seguirá su curso.

¿Pero quienes somos todos? Naturalmente que todos somos todos, pero unos más que otros; porque resulta que quien más debe y peor paga es la administración, las administraciones locales, autonómicas y estatales y no se puede estar animando a los emprendedores con la mano izquierda y retrasando los pagos a esos mismos emprendedores con la derecha; no se puede estar anunciando que se va a reformar lo del IVA y que sólo se va a pagar lo cobrado para luego no hacer nada; si se puede -pero no se debe- predicar y amenazar contra la economía sumergida y llevar en las listas a no sé cuantos imputados por fraude o enfrentarse a la Justicia cuando se destapa el escándalo de los ERE. ¿Sigo? Naturalmente que todos somos todos, pero, insisto, unos más que otros.

No creo que nunca lleguemos a tener que decir que España no es España, pero para evitarlo e incluso para alejarnos de esa zona tan frágil y peligrosa de la duda y/o la desconfianza, lo mejor y lo único posible es tomar medidas, pero tomarlas ya cuesten lo cuesten en votos o amistades. Ya sé que aun nos quedan tres o cuatro partidos entre el Real Madrid y el Barcelona. Pues ni así: no van a ser suficientes para encubrir una realidad que ojalá no se nos escape de las manos.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Francisco Muro de Iscar

Políticos, ¡convertíos!

Foto del autor

Fernando Jáuregui

La interesante 'doctrina Armengol'

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes